¿Por qué estornudamos? La explicación detrás de este acto reflejo
¿Eres de los que lo hace cuando mira un foco de luz? Aquí tienes la explicación
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A veces son incontenibles y te perturban en los momentos más inoportunos, como en un lugar silencioso o uno muy cerrado y lleno de gente; otras, los ansías con todas tus fuerzas para librarte de la incomodidad de tener un estornudo a medio-salir que se resiste a hacerlo... Como sea, estornudar es de lo más mundano, ¿pero alguna vez te has preguntado por qué ocurre este fenómeno?
La explicación fisiológica
El concepto es sencillo: un estornudo es la expulsión de aire a través de la nariz y la boca, que suele estar acompañado de la mucosa que contenga un factor irritante, biopartículas y, por supuesto, hasta 40 mil de esas pequeñas gotitas que pueden portar enfermedades. Pueden alcanzar, junto con la saliva que sale despedida de la boca, un área de hasta siete metros cuadrados, así que es mejor cubrirse. Para hacerlo, lo ideal sería cubrir ambas salidas con el antebrazo o la parte interior del codo sin usar tus manos, porque tiendes a tocar objetos y otras personas con ellas, lo cual sería un problema si albergan gérmenes infecciosos.
El estornudo es un espasmo involuntario bastante explosivo (¡sale de tu nariz con una velocidad promedio de 50 a 70 kilómetros por hora!) causado principalmente por la irritación de la mucosa nasal. Dicha irritación, a su vez, está causada por distintas partículas invasoras que el cuerpo intenta expulsar para limpiar la cavidad dentro de tu nariz. En definitiva, este reflejo es un mecanismo de defensa.
El mecanismo
La irritación de las mucosas resulta en la emisión de histamina, un compuesto involucrado en las respuestas nerviosas locales del sistema inmunitario que va a hacer exactamente eso, activar las células nerviosas de tu nariz para que envíen una señal al cerebro que diga: ¡Debemos estornudar! Así, a través del nervio trigémino (encargado de las sensaciones de la cara y alguna de sus funciones motrices), el paladar blando y la úvula se deprimen al mismo tiempo en que la parte trasera de la lengua se elevaba a fin de tapar parcialmente el pasaje por el que se escapa el aire de la boca para que salga principalmente por la nariz. Curioso, ¿no?
Además de las partículas irritantes como el polvo, que es lo más común, hay otros agentes que bien pueden desencadenar un estornudo. Una infección (que simplemente puede ser un resfriado) también es bastante usual, al igual que un descenso en la temperatura y algunas reacciones alérgicas. Pero, ¿nunca te han recomendado que mires hacia una fuente de luz para estornudar cuando no puedes hacerlo y, a pesar de que lo intentes, no puedas lograrlo? Bueno, esto se debe a que algunas personas experimentan un reflejo de estornudo a la luz brillante, un fenómeno genético que provoca exactamente lo que describe su nombre y que sólo se manifiesta entre un 18 y un 35% de la población. Pero espera, hay más: hay una condición a la que se llama snatiation, que es la unión entre las palabras inglesas de estornudo (sneeze) y saciedad (satiation) e implica la activación del reflejo por tener el estómago lleno, sobre todo si es de manera abrupta. También es producto de la genética.
Cada persona es diferente y, por ende, cada persona tiene un estornudo diferente, pero todos tienen el mismo objetivo: mantener limpia la nariz. Y tú, ¿estornudas como si suspiraras una suave brisa primaveral o eres más bien de los que hacen que todo el barrio escuche que tienes un resfriado?
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