Qué tabúes sobre la sexualidad masculina hay que desterrar

En el sexo hay muchos tabúes y estigmas que pueden perjudicar hasta a la persona con mayor confianza en si mismo. De hecho, muchos de los tabúes sobre la sexualidad masculina están aún más invisibilizados puesto que son muchos los hombres que no quieren expresar sus debilidades en general, y mucho menos en esta esfera en particular por temor a que se asocie con una masculinidad frágil.

De qué hablamos cuando hablamos de tabúes: de ideas que se han perpetuado en el imaginario colectivo, pese a que ya se han desmentido por sexólogos y profesionales.

¿De qué tabúes hablamos? ¡Toma nota!

Una disfunción eréctil puntual no es un problema: todos los hombres, o casi todos, han tenido algún episodio en el que no lograron concretar una erección y esto puede deberse a diferentes factores externos, como el cansancio, el alcohol, la ansiedad o la presión psicológica. Además, está claro que la preocupación influye y que cuanta más importancia se le da, peor. Recuerda que el sexo no es solo penetración y las posibilidades son infinitas.

Eyaculación a destiempo: puede corregirse. Ya sea precoz o retardada, tiene tratamiento. Sin embargo, un 80% de los afectados no acude al especialista ni lo habla con nadie. Hay que romper con este estigma, charlarlo con un profesional y trabajar para corregirlo.

La próstata, un punto de placer: este es uno de los mayores tabúes de la sexualidad masculina. Todo lo relacionado al sexo anal, principalmente con hombres heterosexuales, tiene un halo de misterio que hay que desterrar. La próstata es considerada como el punto G masculino y una estimulación prostática que puede realizarse de muchas maneras: con los dedos, apoyándose en algún juguete. No te prives del placer.

Y tú, ¿Qué otros tabúes o estigmas conoces?

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