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“Los personajes imperfectos me atraen más últimamente”

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“Los personajes imperfectos me atraen más últimamente”
(Foto: Getty Images)

El Hotel Beverly Wilshire, frente a Rodeo Drive en Beverly Hills, se hizo famoso gracias a Richard Gere y Julia Roberts con ‘Pretty Woman’. Y 27 años después de aquel éxito, sin Julia, el actor vuelve al mismo lugar para hablar de otra película sobre un hombre, para nada bonito, llamado ‘Norman’, que busca el camino más corto del éxito conectándose con la gente indicada. Créase o no, siendo uno de los actores más famosos de su generación, es la única superestrella de Hollywood que nunca ha sido nominada al Oscar... hasta ahora. Pero la película “Norman” y una impecable actuación le dan al menos una oportunidad para lograrlo.

¿Se siente en casa cuando entra al mismo Hotel Beverly Wilshire donde filmó ‘Mujer Bonita’? Desde que crucé la puerta principal me lo preguntan (Risas). Pero no creo haberme hospedado nunca en él.

¿De verdad? Es que siempre rodamos en un estudio de cine, el hotel lo habían construido dentro del estudio.

Ya no se le ve como el héroe de “Reto al Destino” (An Officer and a Gentleman) o el exitoso hombre de negocios de “Pretty Woman” (Mujer Bonita). ¿Los personajes imperfectos lo atraen mucho más últimamente? Por supuesto. La historia de alguien que nació para ser un santo es demasiado aburrida, pero un Barrabás que se convierte en Jesucristo es mucho más interesante. Es difícil de definir lo que pienso con las palabras correctas... pero creo que el personaje de Norman es un idiota con cierta pureza mística como Charlie Chaplin en “The Tramp”.

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Infografía

Hay quienes hablan del Oscar tan esperado por la excelente actuación de las escenas donde Norman miente. ¿Cómo logró semejante actuación, jugando entre la verdad y la mentira, sin confundir al público? No es tan difícil, porque él se cree todas las mentiras que dice. Y cuando dice la verdad, también la cree. Pero también sabe que tiene que salir a arreglar un problema cuando la situación se complica. Vive una fantasía que para él es tan viva que la cree totalmente. No ve la diferencia entre la verdad y la mentira.

¿Qué es entonces lo que tanto le interesó de una película como “Norman”? ¿Pudo haber influenciado la posibilidad de recibir finalmente una nominación al Oscar? Risas) Me gustó cómo estaba escrito el guion, me pareció brillante. Tenía las mejores cualidades del cine. La historia es tonta, inteligente, política, personal, generosa. Hasta tiene aspectos de un thriller. Y todo eso estaba hermosamente escrito. Era un rol que nunca había interpretado.

“Norman” muestra a un Richard Gere totalmente diferente, un neoyorquino que todo lo consigue... haciéndose amigo de la persona correcta. Y, construyendo una difícil cadena de contactos, incluso se hace amigo de un futuro Primer Ministro de Israel con solo pagar la factura de unos zapatos que se probó hasta que esa misma amistad amenaza con arruinar su reputación.

¿Esconden algún significado simbólico los zapatos carísimos que Norman le regala al futuro Primer Ministro de Israel? Mi más sincera respuesta es que, si hay algún simbolismo, no lo tomé en cuenta. Pero hay una verdadera anécdota detrás del guion, porque Joseph Cedar (director y autor del libro original) había recibido un par de zapatos parecidos para una ceremonia del Oscar, que le había dado el diseñador Alber Elbaz, que además terminó colaborando en nuestra película. Después de la ceremonia Joseph no sabía qué hacer con todo... Unas horas después se probó los zapatos por última vez y los devolvió. Y esos mismos zapatos se le quedaron tan grabados en la mente que terminó agregándolos en el guion... y la película.

¿Y esa escena estaba tal cual como se ve en el guion? El momento clave de la película era así, pero en el ensayo expandimos la idea un poco más. Me pareció un compromiso importante para la historia, tenía que ponerle los zapatos yo mismo.

¿El hecho de llamarse Richard Gere, y ser tan apreciado por el público, puede influir en que un personaje tan mentiroso como Norman sea apreciado por el público, a pesar de sus mentiras? Esa es la parte que te decía de Charlie Chaplin. Al final, él te parece muy dulce porque tampoco quiere lastimar a nadie. No tiene la más mínima partícula de maldad. La parte donde lo enfrenta Steve Buscemi, preguntándole por qué hizo todo, responde francamente que no sabe. Y hasta eso es demasiado, porque no quería lastimar a nadie con ninguna de sus mentiras. Él piensa que todas sus estafas van a convertirse en realidad y todo va a terminar bien.

Pero el final queda bastante abierto, cuando sugieren que Norman puede llegar a morir porque es alérgico a las nueces... pero no muestran si realmente las come o no, ¿puedes contar qué pasa? Si te fijas en lo que consiguió con cada una de sus mentiras, para todos el final es evidente.

¿Así que, en vez de un mentiroso, termina siendo un héroe? En cierta forma encuentra una forma brillante de conseguir lo que todos querían, incluyendo él mismo. Y él fue la clave de todo lo que pasa.

Usted vive en Nueva York. ¿Conoce gente, como el Norman del cine, que dice que conoce gente solo para tratar de conocer más gentey subir la “escalera social”? Por supuesto, hay Normans en todos lados.

¿Y se basó entonces en alguien en particular? No, no, no. La gente me lo pregunta, pero no puedo señalar a nadie en particular. Pero sí es cierto que en la ciudad de Nueva York y en el negocio del espectáculo hay gente así. Seguro que hay personas como Norman en el filo del poder, en el campo financiero, que quieren llegar a cierto lugar y la forma de entrar es decir que pueden conseguirte algo importante que necesitas, sea lo que sea, diciendo que conocen a alguien que puede hacer algo por nosotros, por empezar solo una relación. Y eso es lo que Norman quiere. Al final, lo único que queremos es sentirnos útiles y necesarios.

¿Alguna vez alguien le ofreció algo que no tendría que haber aceptado, como pasa con Norman? Posiblemente sí.

¿El director Joseph Cedar, que además escribió el guion, no actuó en cierta forma como Norman, tratando de convencerlo para protagonizar la película? Él dice que vivimos algo parecido al “estilo de Norman”, por la forma en que nos conocimos por un amigo en común, Oren Moverman, en un evento de los nuevos miembros de la Academia del Oscar. Por una conversación él terminó escribiendo el guion y dirigió incluso la película. Fue un poco, al estilo de Norman, donde una simple introducción, una presentación, terminó en algo muy importante.

¿Quiere decir que al menos entre usted, Oren y Joseph Cedar, siendo los tres miembros de la Academia, puede llegar a conseguir la nominación al puro estilo de Norman al conectarse con la gente correcta? (Risas) La gran diferencia es que entre nosotros solo hubo un encuentro de amigos sin expectativas. Joseph dice que cuando se encuentran miembros de la Academia es inevitable que algo no pase. Siempre se necesita alguien en el medio que haga las presentaciones. No se llevarán el 7% de comisión, pero muchos de esos encuentros terminan en el cine, seguro.

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