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Desfiles de moda
Desfiles de moda

Chanel, directo al espacio

No existen límites posibles en el imaginario de Karl Lagerfeld que puedan impedirle convertir cualquier desfile de Chanel en un sueño hecho realidad. Y volvió a demostrarlo con una colección para el próximo invierno juvenil y llena de tejidos metalizados, cuya puesta en escena dejó a todos boquiabiertos.

Lagerfeld, que ya había transformado en otras ocasiones el histórico Grand Palais en un supermercado o un aeropuerto, hizo instalar una gigantesca lanzadera espacial en la nave central del edificio, donde la máquina fingió un despegue al final del espectáculo. De acuerdo con la decoración, su propuesta, que se mostró en la última jornada de presentación de las colecciones otoño-invierno 2017/2018 de la Semana de la Moda de París, fue galáctica, pero también delicada y muy juvenil.

Los trajes de tweed fueron adaptados con acierto a un público más joven mediante siluetas fluidas, con combinaciones de jerséis de lana y faldas plisadas por debajo de la rodilla, monos con pantalón de pata de elefante, y trajes de chaqueta con bermudas. En cuanto a las formas, una propuesta cómoda con un toque deportivo cargada de pantalones, pero también bolsos concebidos como bolsas de gimnasio, y un sinfín de modelos acolchados cruzados en bandolera.

Tejidos metalizados, lurex, lentejuelas y purpurina para la confección de cada una de las piezas de esta línea, en la que el acolchado se llevó en plateado o rosa metalizado, incluso en forma de manta, que las modelos portaron en torno a la cabeza y hombros, como si se tratara de un velo.

El blanco fue el rey absoluto de la pasarela en largas gabardinas de estilo militar, chaquetas y abrigos “babydoll”, pues el futurismo de la colección tuvo sin embargo un guiño a los años 60. Destacaron también los “looks” urbanos con camisetas cortas y pantalones anchos junto a accesorios y collares de cadenas ultra cargados, una nota un poco rapera por parte de Lagerfeld.

La inspiración retro se notó además en el cabello cardado de las modelos que iba acompañado con una diadema de cristales incrustados sobre una cinta de lana, a modo de calentador, y también en el maquillaje, que con una línea negra en mitad del párpado imitaba el mítico delineador efecto ojos de gato que se popularizó en aquella década.

Una colección que brilló además por una gran variedad de accesorios: los bolsos acolchados aparecieron en todas las formas y colores, blanco, negro, gris, rosa... como si fueran bolsas de gimnasio o versiones mini con cadena en bandolera.

En los zapatos, las botas de caña plateadas con purpurina y con la puntera en negro acapararon todas las miradas junto a una especie de manta acolchada que Lagerfeld colocó sobre las modelos, casi a modo de velo. Un espectáculo en toda regla que culminó con el despegue del cohete y en el que no faltaron las top del momento: Kendall Jenner o Gigi Hadid, mientras que Cara Delevingne y la actual musa de la casa, Lily-Rose Depp, fueron las protagonistas de la primera fila de los espectadores.

Si las modelos fueron las superheroínas de la galaxia, Lagerfeld hizo desfilar también a hombres que, a modo de guardianes del espacio, vistieron básicos en blanco y abrigos en color crema con maxigafas efecto espejo. Uno de los modelos fue Brad Kroening pero también su hijo de 6 años, Hudson, ahijado del diseñador, que salió con este a saludar al cierre de la pasarela.

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