Juan Noguera Merle, el Marqués de Cáceres

Hay vinos y bodegas que tienen nombres, otros tienen a una persona física que ostenta dicho nombre. Es el caso del Marqués de Cáceres, en la persona de Juan Noguera Merle.

P. ¿Desde cuándo tiene a su cargo la representación de la compañía y el título de Marqués?

R. Fue luego de perder a mi padre a principios de los 80. Después de un año de respeto, pedí la sucesión al marquesado de Cáceres y la carta fue admitida y concedida por Su Majestad el Rey Juan Carlos en aquel entonces. Junto al título vino la participación accionarial de la bodega.

P. ¿De qué manera se involucró?

R. Debido a la juventud y mi curiosidad por el mundo del vino me vinculé a la imagen de la bodega. En aquel momento pocas personas sabían que detrás del Marqués de Cáceres había una persona física que ostentaba el título; que era más que el nombre de un vino. Entonces aproveché para apoyar en todo a la bodega y difundir el conocimiento y la cultura del vino.

P. ¿Cómo se preparó para asumir el cargo?

R. Soy abogado. Tenía unos veintiocho años cuando ostenté el cargo y trabajaba en banca. La cultura del vino apenas comenzaba en España y empecé a conocer más internamente todo este mundo y me enamoré. Luego me hicieron presidente en Valencia del Club de Enófilos, en el que llevo unos 22 años, y así fui conociendo muchos tipos de vinos de muchas comunidades autónomas y diferentes clases de uvas y zonas

P. ¿Cuál fue el mayor impacto al pasar de la banca al mundo vinícola?

R. Que me encontraba feliz y sigo feliz.

P. ¿Cuál de todos es su preferido?

R. Siéndote sincero, llevándolo a la comparación familiar si tengo cuatro hijos me encantan los cuatro. Claro, que cuando hay platos de por medio hay vinos que satisfacen más que otros. Se trata de maridaje.

P. En estos años, ¿cuál ha sido su aporte a la marca?

R. Seré honrado, es mucho más lo que la marca ha aportado al Marqués que lo que el Marqués ha aportado a la marca.

Diario Libre