Mango lanza proyecto para incentivar el consumo consciente de moda

La industria de la moda cada vez se hace más consciente de la importancia de encaminarse hacia la sostenibilidad. Un vivo ejemplo de ello es Mango, una de las primeras grandes firmas en unirse el año pasado al movimiento global Fashion Pact, el cual busca afrontar desde la moda la crisis climática. Ahora, la firma española busca seguir en esa misma dirección, para lo que se ha aliado a la influencer Sofía Sánchez de Betak.

Apoyando el trabajo de Mango en la transformación sostenible, Sofía, quien es embajadora de la marca, se anima a seleccionar cada cierto tiempo sus prendas eco amigables favoritas de la marca, mostrando que el estilo puede ir de la mano con la responsabilidad ambiental. En estas series mensuales, que se podrán ver tanto en la web de Mango como en las diferentes redes sociales de la compañía, la influencer explicará cómo se hicieron, además de cómo combinarlas y crear looks que perduren en el tiempo, un aspecto fundamental de la moda responsable.

Desde Mango destacan que Chufy, su apodo y nombre en las redes sociales, es la opción perfecta para poner cara a este proyecto por su gran concienciación con temas medioambientales, expresando continuamente su amor por la naturaleza a través de sus canales. “Me hace feliz llevar prendas que sé que amaré durante años y que puedo llevar de manera orgullosa y cómoda” dice Sofía sobre el proyecto.

En la primera entrega que ha desvelado Mango, la influencer luce un vaquero hecho de algodón proveniente de fuentes sostenibles y creado con el proceso Eco-Wash, dando solo una probadita de todos los vaqueros de mujer que trae la firma española para la temporada Otoño-Invierno bajo el concepto de moda ecológica.

Compromiso

Mango trabaja por un modelo de negocio cada vez más sostenible y por ello es miembro del Sustainable Apparel Coalition y el Fashion Pact. Los compromisos marcados para su colección sostenible son que para antes del año 2025 el 100 % del algodón utilizado sea sostenible y que el 50 % del poliéster sea reciclado. Además, para antes de 2030, el 100 % de las fibras celulósicas serán de origen controlado asegurando su trazabilidad. Estos objetivos se enmarcan dentro del programa Take Action, que, junto a otras iniciativas, contribuyen a una industria de la moda más sostenible.

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