Nueva York se renueva, París se supera
Lía Pellerano
Ya habrán escuchado que el grupo de Michael Kors compró Versace. ¿Qué significa esto? Que la moda en Estados Unidos, con Nueva York como su epicentro, quiere comenzar a hacerle competencia a conglomerados franceses como LVMH y Kering. Por eso no fue sorpresa el que varias marcas relativamente legendarias, desde Carolina Herrera a Oscar de la Renta, tuvieran una renovación en su ADN; aparte, Rodarte volvió a casa. La NYFW sigue buscando fortalecer su posicionamiento dentro de las principales semanas de la moda globales, así que puede que 2018-2020 sea un momento crucial para el gremio. ¿Y París? Paris sera toujours Paris.
Carolina Herrera
Hablando de la camisa blanca, ¿qué augura el futuro creativo de la marca ahora que Wes Gordon está a la cabeza? Para las amantes de la elegancia atemporal de la venezolana, buenas noticias: esta colección fue un tributo a su herencia –y de hecho, doña Carolina estaba sentadita en primera fila con su esposo y sus hijas–. Tweed, bordados, flores y lunares por doquier, en naranja, amarillo, rojo y azul, con los hombros románticamente al descubierto: el romance sigue ahí.
Monse
La casa de Fernando García y Laura Kim surgió con una idea en mente: convertir la tan masculina camisa blanca en un punto de partida para producir una silueta femenina. Por eso, esta colección fue casi un retorno al origen: el dúo presentó sus primeras propuestas de moda para hombres. Fernando explicó que, por esa androginia de los diseños de Monse, ya había hombres usando las piezas que supuestamente eran solo para ellas. Por eso esta colección, con guiños al estilo marinero que se ven en las rayas azules y los nudos náuticos, prestó mucha atención a la caída en las caderas.
Oscar de la Renta
¿Algo nuevo? Fernando García y Laura Kim se atrevieron a rejuvenecer la marca: enseñan más piernas, con escotes más pronunciados –solo tienen que ver el vestido a cuadros en blanco y negro, o el sensual ejemplar en chifón rojo, con un drapeado de un lado–, y dejan entrever piel con un trabajo en crochet. La inspiración vino de dos lugares: los tejidos marroquíes y, en un homenaje a don Oscar y al hogar de Fernando, el verdor de República Dominicana.
Rodarte
Este fue uno de los shows más llamativos de la semana: la locación, el Marble Cemetery en el East Village, le dio un aire surreal a la pasarela. Se lucieron con las flores en el peinado, un maquillaje de tonos fuertes inspirado en los retratos femeninos de Picasso y tonos de rojo carmesí y negro brillante en la ropa –las modelos parecían Venus de Botticelli, pero versión punk–. ¿Y la ropa? Romántica, como es costumbre en manos del dúo: el vestido blanco con puntos negros y un escote terminado en unos claveles rojos fue mi favorito.
Veronica Beard
Con el resurgir de Escada, la influencia de sus chaquetas para mujeres superpoderosas se está dejando sentir en otros lugares –por ejemplo, la nueva propuesta de Veronica Beard–. Prepárense: en cuanto a silueta, las chaquetas de esta temporada vienen con todo y hombreras; en cuanto a material, la marca propone lentejuelas –aun para el día– y correas anchas en piel de reptil. Pero para quienes todavía no quieran volver de lleno a esa silueta, no se preocupen: también hay vestidos en corte A y faldas tubo con patrones florales que funcionan bien sin hacer una referencia tan directa a los 80.
Brandon Maxwell
Don’t mess with Texas: me encantaron los detalles tejanos, desde las botas hasta los sombreros de vaqueras en cajas transparentes. La serie inicial, de combinaciones de rojo y rosado, estuvo fantástica –los destacados ahí son un vestido camisero y un vestido rosado de un hombro, ajustado al cuerpo y con un rejuego de bufanda delicadísimo–.
Mara Hoffman
Qué belleza. La presentación de Mara Hoffman, con las modelos posando cual piezas de naturaleza muerta, es para llevársela completa. En un vestido, las mangas abultadas hacen contraste con el ajuste abrazador de la pieza en sí, como si fuese una bailaora de flamenco versión primavera neoyorquina. Sin embargo, el punto fuerte de esta colección son las chaquetas, faldas y blusas en lino, en colores neutros, que se pueden comprar por separado. Cada una tiene siluetas fuertes perfectas para usar con piezas más básicas.
Tom Ford
Si quieren ver de dónde vino la inspiración de esta colección de Tom Ford, vayan a Netflix y busquen la serie “Babylon Berlin”. Ambientada en la República de Weimar de la entreguerra, fue un tiempo cuya incertidumbre se reflejaba en los atuendos sombríos de los residentes de la capital alemana. Por eso sacó a los y las modelos a desfilar con la canción de apertura de la serie, con la piel pálida, usando satén de seda en negro, piel de cocodrilo en tonos lila, piel en color camello –en otras palabras, paletas tenues que no vayan a sobresaltar a quien vea las piezas–.
Mención especial: Eckhaus Latta
No pierdan de vista a Mike Eckhaus y Zoe Latta, los niños lindos de Brooklyn. En vez de enfocarse en telas con estampados, el dúo prefiere aportarle textura tejida a sus piezas –algo que se ve fantástico en los looks de pies a cabeza que brindan sus vestidos–.
Saint Laurent
Otra colección donde salen unas botas de vaquero. #alertadetendencia. Me encantó también la serie de atuendos con un pantalón de talle alto y unas transpa-rencias arriba. Es un rejuego muy favorecedor entre lo masculino y lo femenino. Otra pieza no tan favorecedora, pero definitivamente arriesgada, es el vestido de chaqueta en blanco y rojo. ¿Quizás con un pantalón talle alto debajo se pueda usar en la calle?
Jacquemus
Cuando Simon Porte comenzó con su propia marca, sus propuestas parecían piezas de Margiela dibujadas por un niño de cinco años –pero de buena manera–. Había una pasión por la sorpresa en la estructura y se notaba que saboreaba con la tela el descubrimiento de cada rincón del cuerpo femenino, creando escotes y aperturas donde otros solo veían caída. Le Souk se sintió como una extensión de La Bomba, su exitazo de hace un año, y parece que, con su línea masculina, al diseñador no le dio tiempo de renovarse para Le Gadjo. Esta colección es una extensión de una extensión de La Bomba.
Dior
Si no lo han hecho, busquen el vídeo del desfile de Dior en YouTube. Vayan, que yo les espero. Maria Grazia Chiuri y su equipo crearon un mundo de fantasía, con todo y hadas –bailarines de ballet vestidos con enterizos representando escenas naturales–. Esa libertad de movimiento se traduce a la ropa en sí, con piezas fluidas y relajadas: tenis estilo zapatillas de ballet, trabajo en tul suelto y tonos lila, carne y rosa.
Elie Saab
Me fascinaron los looks bordados, las flores sobre flores, con mucho sobre mucho, vestidos largos con cortes en V y unas chaquetas hermosísimas. Esas piezas van a estar disponibles en Il Prato, por pedido, y sé que seguramente voy a verlas en algunas bodas y eventos nocturnos en la ciudad. ¡Están preciosas!
Giambattista Valli
En uno de los viajes de John Lennon a La India en los 60, John Lennon y Yoko Ono estuvieron en los 60 por La India, vistiendo de blanco. Inspirado en ese viaje y en uno propio al país, Valli hizo conjuntos de pantalones, algunos en tonos claros, pero el resto de las piezas hacen referencia a los patrones de un sari. De ahí que haya sacado una buena cantidad de trajes en tonos lavanda y que haya hecho un uso sofisticado del tul en sus vestidos.
Valentino
El color que predominó en esta colección de verano fue el negro, siempre en algodón. Pero entonces, Pierpaolo Piccioli lo contrastó con texturas plisadas y vestidos casi luminosos, bordados en lentejuelas, con detalles de plumas. Esas siluetas y esos trabajos se veían casi de alta costura. ¡Qué sueño de colección!
Sacai
De esta colección me encantó el nivel de detalle de las chaquetas y los abrigos, con el manejo de la asimetría, de los detalles como los cordones, las cintas y las piezas de metal estratégicamente colocados. Son piezas que fácilmente pueden pasar del día a la noche –y por eso, son una buena compra para llevar en la maleta en un viaje al hemisferio norte en primavera–.
Johanna Ortiz
La presentación de Johanna Ortiz fue una de las más comentadas en el circuito de la moda parisina. Escuché gente hablando del concepto de la fiesta con cuatro tipos de ambientes diferentes, de las modelos comiendo e interactuando con el público. No fue una presentación típica, sino que los asistentes eran parte de la experiencia. ¿Y los vestidos? Dieron muestra de una riqueza de colores y un romanticismo que ya son la firma de la diseñadora colombiana –con patrones que parecían salidos de una delicadísima porcelana china–.
Louis Vuitton
Nicolas Ghesquière vio la luz al final del túnel: dígase, el montaje de la pasarela era un túnel de espejos estratégicamente iluminados, por donde pasaron modelos salidas de una era interestelar. En efecto, algunas de las mangas de las piezas parecían hacer referencia a los trajes espaciales y otros atuendos estaban en color plateado total. Digamos que es ciencia ficción con mucha diversión.
Esteban Cortázar
El colombiano, que con poco más de 20 años,se trasladó a París para tomar las riendas de Emanuel Ungaro, regresa a la primera línea de la Semana de la Moda de París con una colección que celebra la sensualidad femenina. Inspirado en la isla española de Ibiza, donde suele “pasar las vacaciones y se casaron sus padres”, pero también el Caribe, sorprende con una colección sin estridencias ni estampados, donde reina la sobriedad y los cortes estudiados en las prendas en una gama de colores que evocan la naturaleza.
Lía Pellerano
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