Siete consejos para mantener la relación de pareja cuando hay hijos
Una vez hay niños, las prioridades pasan a ser otras, y a veces incluso se descuida la relación con la pareja... ¡grave error!
Si bien es cierto que los hijos suponen una bendición para las parejas, no podemos ignorar el hecho de que a su llegada las cosas cambian por completo. Mientras que antes todo el tiempo y esfuerzo se destinaba a vivir el amor a plenitud, una vez hay niños, las prioridades pasan a ser otras, y a veces incluso se descuida la unión con la pareja... ¡grave error!
Tal y como reflexiona la escritora Amber Doty en un artículo, la inversión que se hace en la relación con esa persona que elegiste como tu compañero sentimental, al final es beneficiosa para toda la familia. Pero ¿cómo mantener estable ese vínculo cuando hay hijos? Aquí siete consejos que prometen ser de mucha ayuda.
Integrarlos en la dinámica. La llegada de los niños no tiene porqué suponer dejar de lado la realización de las actividades que disfrutan como pareja. En lugar de eso, lo que pueden hacer es integrar a los hijos en esa dinámica, comenta la coach de padres Lynn Glass. Por ejemplo, si estaban acostumbrados a ir al cine los fines de semana, continuar con esa práctica, pero esta vez con los pequeños.
Llegar a acuerdos sobre la crianza. La psicóloga Clarissa Guerrero, explica que la mayoría de los problemas que presentan los matrimonios con hijos se deben a desacuerdos relacionados con la crianza. Por eso dice es importante, antes de que lleguen los niños, ponerse de acuerdo sobre cómo quieren educarlos, los valores e ideales que les quieren inculcar.
Repartir las responsabilidades. Cuando una de las partes es quien debe ocuparse de llevar a los niños al colegio, ayudarlos a hacer tareas o llevarlos a las visitas médicas, es evidente que no dispondrá del tiempo necesario para dedicarle a la vida en pareja. Por eso lo mejor es repartir las responsabilidades de forma equitativa. Si ambos cooperan, nadie se sentirá abrumado hasta llegar al punto de explotar con el otro.
Salir de la rutina. De manera habitual, los matrimonios en los que hay hijos caen en la rutina; hacen siempre lo mismo y llega un punto en el que uno de los dos, o incluso ambos, se cansen. ¿Cómo pueden evitarlo? Vayan de vacaciones solos cada cierto tiempo, innoven en el ámbito sexual, visiten lugares nuevos.
Respeto mutuo. Por más cosas afines que tengan, no siempre estarán de acuerdo. Esas diferencias son normales y suelen darse de forma especial con relación a la crianza de los hijos; quizá papá es apoyador y mamá la que reprocha, y como no están en la misma sintonía, vienen las discusiones que terminan lacerando la relación. Para evitar que eso pase, la experta en conducta humana Clarissa Gerrero aconseja siempre mantener la comunicación y respetarse mutuamente.
Mantener la intimidad. Intimidad no necesariamente hace referencia al sexo; se trata más de conversar y compartir con la persona amada momentos únicos especiales, lejos de las obligaciones del hogar y los niños. Aprovechen ese tiempo para resaltar los aspectos positivos que los edifiquen de manera colectiva, reír, conversar lo que les inquieta, pero sin reprochar.
Poner la relación por encima de todo. Como mencionamos al principio, estar bien como pareja debe ser prioridad, incluso por encima de los hijos. La razón es sencilla: si la dinámica entre mamá y papá no va bien en casa, los hijos tampoco lo estarán. De hecho, estudios realizados por la American Psychology Association aseguran lo siguiente: los niños con padres que se aman y con buena relación, son más felices y seguros que los que no.