Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Monedas
Monedas

Llegada del petro

El petro tiene rasgos de ser un mecanismo para tomar dinero prestado

Si hemos de dar crédito a las declaraciones al respecto, el mundo pronto dispondrá de una nueva moneda, criptográfica en este caso. Qué tanto será demandada y utilizada, sin embargo, permanece aún como una incógnita.

El gobierno venezolano anunció la salida al mercado del “petro”, supuestamente una moneda criptográfica al estilo del bitcoin y varias otras que ya existen. Y comparado con ellas, al parecer las dejaría muy atrás en cuanto a volumen, pues se habla del equivalente a 6 mil millones de dólares. Pero hay dudas acerca de la verdadera naturaleza del petro. Puede ser criptográfico en cuanto al registro de su creación, posesión y transferencia, utilizando una red informática con ese propósito, pero en cuanto a otras características difiere notablemente de las monedas criptográficas.

En particular está el asunto de su emisión, ya que ésta sería efectuada por el gobierno bolivariano, en lugar de surgir como resultado de un proceso matemático que impone un límite finito al número máximo de unidades que pueden ser creadas, 21 millones en lo que al bitcoin toca.

También difiere en cuanto a su respaldo. El bitcoin, por ejemplo, no reposa sobre un activo subyacente que le sirve de garantía, pues en su origen fue concebido para ser utilizado como medio de pago en transacciones, no para ser acaparado como un instrumento de inversión. El petro, en cambio, tendrá el respaldo de la riqueza que Venezuela posee en forma de petróleo y diamantes, lo que lo aproxima más a un valor financiero garantizado por esos productos. Tiene, por ende, rasgos de ser un mecanismo para tomar dinero prestado, para pagar a los suplidores, o para efectuar ventas adelantadas de bienes.

Luce que el objetivo real de Venezuela es poner en marcha un mecanismo para que inversionistas y acreedores extranjeros no tengan que utilizar las instituciones bancarias que operan en los EE.UU. y así evitar las sanciones impuestas por ese país.

TEMAS -