Tropas de EE. UU. realizan un desembarco en Puerto Rico en medio de la presión a Venezuela
El operativo forma parte del despliegue anunciado por el Departamento de Defensa desde agosto y ampliado en los meses recientes

Tropas de Estados Unidos continuaron este fin de semana un ejercicio de desembarco en Ponce, Puerto Rico, como parte del refuerzo militar más intenso que Washington ha movilizado en el Caribe en más de treinta años.
Un equipo de la agencia de noticias Reuters observó la madrugada del sábado el traslado de personal y material bélico desde un buque militar hacia instalaciones logísticas junto al puerto, antes de su reubicación al Campamento Santiago, donde se desarrollarán los entrenamientos principales.
El operativo forma parte del despliegue anunciado por el Departamento de Defensa desde agosto y ampliado en los meses recientes. Washington sostiene que la operación busca reforzar la seguridad regional y combatir redes criminales vinculadas al tráfico de drogas.
La movilización coincide con un aumento de la presión diplomática y judicial sobre el gobierno de Nicolás Maduro.
Durante el desembarco, decenas de soldados descendieron de vehículos de transporte y se agruparon bajo supervisión de la Policía Militar. Otros equipos descargaron cajas, contenedores y armamento liviano desde camiones y vehículos tácticos. La logística se extendió durante la mañana en un perímetro vigilado.
¿Cuál es el alcance del despliegue militar en Puerto Rico?
En paralelo, la Marina estadounidense ejecutó maniobras con embarcaciones de colchón de aire LCAC frente a la costa de Ponce. Las operaciones incluyeron aproximaciones a tierra, navegación a distintas velocidades y retornos a los buques. Estas prácticas forman parte de la rutina de entrenamiento anfibio y requieren coordinación estrecha entre unidades en mar y tierra.
La acumulación de fuerzas en Puerto Rico se integra a un despliegue mayor en el Caribe. Documentos citados por Reuters indican que participan el portaaviones USS Gerald R. Ford, seis destructores, tres buques anfibios, un crucero lanzamisiles, un submarino nuclear y unidades aéreas conformadas por aeronaves de patrulla marítima P-8A Poseidon, bombarderos B-52H, drones MQ-9 Reaper y helicópteros.
El contingente supera los siete mil soldados en distintos puntos estratégicos.
El incremento de la actividad militar incluyó sobrevuelos de dos bombarderos B-52H sobre el noreste de Curazao, cerca de la costa venezolana. Uno de ellos, identificado como PARKA11, partió desde la Base Aérea de Minot, en Dakota del Norte.
Según expertos citados por Reuters, estas formaciones se utilizan como mecanismos de disuasión estratégica.
Acciones oficiales contra el gobierno de Nicolás Maduro
A los bombarderos se sumó la llegada de seis aviones P-8A Poseidon, empleados para vigilancia marítima y detección de embarcaciones.
Washington atribuye su uso a operaciones contra organizaciones criminales transnacionales, entre ellas el Cártel de los Soles, señalado por el Gobierno estadounidense de colaborar con altos mandos del ejército venezolano.
Desde 2020, fiscales federales han presentado cargos por narcotráfico y terrorismo contra Nicolás Maduro y varios miembros de su entorno. El Departamento de Estado mantiene una recompensa de cincuenta millones de dólares por información que conduzca a su captura y de hasta diez millones por algunos de sus colaboradores.
El Pentágono ha confirmado la existencia de "planes de contingencia" para escenarios vinculados a una eventual salida de Maduro.
Funcionarios del Gobierno de Donald Trump han indicado que la operación antidrogas incluye acciones terrestres, marítimas y aéreas dentro del marco de la seguridad nacional.
Las maniobras continuaron durante todo el sábado con ejercicios costeros y la preparación del equipo que será trasladado al Campamento Santiago para nuevas fases de entrenamiento en los próximos días, de acuerdo con las observaciones de Reuters.
