Italia enviará a los migrantes rescatados en el mar a Albania
Según el acuerdo ratificado por los parlamentos italiano y albanes, Roma construirá y administrará dos campamentos para migrantes en Albania, país que no pertenece a la Unión Europa y, por tanto, no está sujeto al derecho europeo. Organizaciones defensoras de derechos humanos y refugiados denuncian que se verán perjudicados miles de personas que, tras su rescate en el mar, serán trasladadas a Albania y detenidas automáticamente.
RFI
El texto del acuerdo suscrito entre Roma y Tirana habla de retención. Pero, a renglón seguido, prevé que las personas rescatadas en el mar por las autoridades italianas sean enviadas a los dos campamentos del otro lado del Adriático, en suelo albanés, de donde tendrán prohibido salir mientras dure el trámite de su solicitud de asilo. Y eso puede suponer muchos meses. Para los defensores de los derechos de los migrantes, se busca legalizar la detención automática de miles de personas que emprenden travesías marítimas peligrosas en busca de refugio en Europa.
Matteo De Bellis, investigador de Amnistía Internacional en temas de migración y asilo, enumera los peligros del acuerdo. "Nos parece peligroso, en primer lugar, porque se funda sobre la detención de los refugiados de personas que demandan asilo", afirma el experto. También aduce el peligro de que con el acuerdo se cambien las reglas de salvamento en la mar establecidas.
"El derecho internacional y los estándares internacionales dicen que una persona rescatada en el mar tiene que ser desembarcada lo antes posible. Vamos a ver cómo Italia va a transferir a estas personas, no a Lampedusa u otros lugares más cercanos sino a Albania, la cual se encuentra a como mil kilómetros de distancia", denuncia.
Finalmente, De Bellis afirma que a la luz de este acuerdo no queda claro cómo las personas pueden gozar de las garantías procedimentales y procesales en lo que tiene que ver con su demanda de asilo y en su defensa en otro tipo de procesos.
Un acuerdo ´vergonzoso´ y ´deshumanizado´
"Vergonzoso" es el término con el que Amnistía Internacional califica este nuevo paso de la UE hacia la externalización de la gestión migratoria. "Deshumanizado", agrega el Comité Internacional de Rescate (IRC), en palabras de la responsable de asuntos jurídicos y promoción en esta ONG.
Amnistía Internacional denuncia que el acuerdo entre Italia y Albania plantea la creación de un sistema ilegítimo y nocivo que hay que impedir.
"Está muy claro que este acuerdo no está en línea con el Derecho europeo y es un paso atrás en las garantías para refugiados", dice Matteo De Bellis. El investigador de Amnistía Internacional exhorta a las instituciones europeas a hacer su trabajo de guardiana de los tratados internacionales europeos.
¿Qué se puede hacer desde el punto de vista jurídico? ¿Podrían las instituciones europeas intervenir frente a las decisiones y la política que lleve a cabo Albania en virtud de este acuerdo?
Flaminia Delle Cese responde que primero es responsabilidad de Italia, sobre todo, hacer que los estándares en términos de derechos humanos y el derecho a solicitar asilo sean respetados. "La jurisdicción italiana será aplicada dentro de esos centros. Y las instituciones europeas en ese momento no ven problemas con la aplicación de este acuerdo", explica.
La experta jurídica del Comité Internacional de Rescate alerta sobre el riesgo de que este acuerdo sea un precedente porque "las instituciones europeas lo muestran como un modelo de gestión de las solicitudes de asilo".
Para ella, "la sociedad civil debe tener los ojos muy abiertos sobre lo que va a pasar en esos centros."
Italia podrá expulsar a los inmigrantes que se hagan pasar por menores a su llegada
En noviembre, el Consejo de Europa también señaló que este "sistema de asilo extraterritorial" se caracterizaba por "numerosas ambigüedades jurídicas".
La comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, advirtió de que corría el riesgo de "dar lugar a un trato diferente a aquellos cuyas solicitudes de asilo se examinarán en Albania y a aquellos cuyas solicitudes se examinarán en Italia".
Italia financiará el 100% de la construcción de los centros
El 6 de noviembre de 2023, el gobierno italiano firmó un acuerdo con Albania para construir dos centros de detención en este país, que se utilizarán para someter a detención arbitraria a las personas que rescate o intercepte en el mar los barcos del Estado italiano.
El 24 de enero, la Cámara de Diputados italiana aprobó la ratificación del acuerdo, que pasó después al Senado. El 29 de enero, el Tribunal Constitucional de Albania dio luz verde para que el Parlamento albanés ratificara el acuerdo.
Albania, que al no ser miembro del bloque, tampoco está sujeta a la legislación europea, podría albergar hasta 36 mil migrantes por año en los dos campamentos construidos por Italia al otro lado del mar Adriático.
Roma cubre el 100% de los gastos de la construcción de los dos centros, así como la infraestructura necesaria para su funcionamiento, la seguridad interior y los servicios de salud para los solicitantes de asilo.
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Para la oposición albanesa, este acuerdo implica que el país renuncie a la soberanía territorial. La derecha acusa al gobierno socialdemócrata de Edi Rama de poner en peligro la seguridad nacional.
Bruselas ha expresado su preocupación frente al respeto del Derecho internacional y los derechos humanos en estos centros. Algunas ONG estiman que se trata de un protocolo ilegal que podría fomentar la trata de seres humanos y tener consecuencias devastadoras para los solicitantes de asilo, que se verían sometidos a detenciones prolongadas y otras violaciones de sus derechos.
"Somos un país europeo responsable, como los demás de la UE. Queremos hacer una modesta contribución", respondió el primer ministro albanés, quien también reconoce que estos centros tal vez no sean la mejor solución, pero "no es el papel de Albania impartir lecciones a Europa", afirmó.
Cerca de 158,000 inmigrantes llegaron a Italia en 2023, según el Ministerio del Interior. Ese mismo año, 3,041 migrantes desaparecieron tras intentar cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).'
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