El Moscoso Puello se ha puesto difícil para ejercer

SANTO DOMINGO. El desá-nimo y la impotencia se apoderan cada mañana de médicos, enfermeras, bioanalista y otros empleados del área de salud, así como de los conserjes y demás trabajadores administrativos del hospital Francisco Moscoso Puello ante el caos para ejercer sus labores en que se ha convertido el centro de salud por los trabajos de remodelación a que es sometido.

De ahí, que ejercer sus labores es un reto al que cada día se deben enfrentar, al igual que para los pacientes internaados y los que asisten a consultas, quienes deben lidiar con el polvo, los ruidos y las incomodidades propias de un hospital en reconstrucción.

La situación es tan incómoda que los médicos del centro asistencial llegaron a plantear la posibilidad de que las autoridades dispusieran su cierre hasta que concluyan los trabajos.

El director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), Francisco Pagán, prometió terminar los trabajos a mediados de febrero, mientras las autoridades y pacientes consultados coincidieron en que cerrar el hospital sería improcedente.

Al llegar al establecimiento de salud, por la calle Josefa Brea, pues el acceso por la Nicolás de Ovando no está permitido, lo primero que se percibe es lodo, material de construcción, ruidos, que en ocasiones se tornan insoportables, así como un polvo y olor a pintura que obliga a muchos a taparse la boca y la nariz.

Frente a las puertas de los consultorios se puede observar a los pacientes y acompañantes usando su propia ropa para taparse la cara del polvo.

En tanto que en el patio se han improvisado las salas de espera.

Las enfermeras, con las voces cansadas, llaman a los pacientes de las diferentes especialidades por sus nombres o por un número.

Ayer el director de la OISOE y el presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Wilson Roa, acompañados por el director del hospital, Francisco Torres, recorrieron varias áreas que están prácticamente concluidas. También pusieron a funcionar el aire central que abarca el área de espera de consultas médicas.

Roa criticó que el Gobierno haya ordenado los trabajos sin planificación.

“Cuando se interviene un hospital de esa naturaleza, que es de los pocos que tiene esta área para su atención, usted crea dificultad, independientemente de la intención”, comentó Roa.

Pacientes consultados se mostraron contrarios a que se cierre el hospital hasta que concluyan los trabajos, alegando que es el único de su envergadura en la zona.

Roa y Pagán también rechazaron la propuestas que hicieron algunos médicos del centro asistencial.

Lisania Batista