Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Educación
Educación

Muere Ana Virginia Ferreiras, fundadora del colegio Domingo Savio

Expandir imagen
Muere Ana Virginia Ferreiras, fundadora del colegio Domingo Savio
Ana Virginia Ferreiras Guzmán, educadora de generaciones y fundadora del colegio Domingo Savio, de Moca, falleció este martes a los 91 años (FUENTE EXTERNA)

SANTO DOMINGO. Ana Virginia Ferreiras Guzmán, educadora de generaciones y fundadora del colegio Domingo Savio, de Moca, falleció este martes a los 91 años.

La información la ofreció a Diario Libre familiares de la dama, cuyos restos están siendo velados en la Funeraria Corazón de Jesús, del citado municipio de la provincia Espaillat. No se informó la causa de su deceso.

Ferreiras Guzmán fue elevada al Templo de la Fama de la Provincia Espaillat.

Una educadora con gran sensibilidad social y espiritual

Ana Virginia Ferreiras Guzmán nació en 1926, hija menor del matrimonio entre Adolfo Ferreiras y Eulalia Guzmán (Doña Lala). Sus hermanos fueron Adolfo, Manolito, Ana, Mimín y Sergio Ferreiras Guzmán, todos fallecidos. El único que dejó descendencia fue Adolfo Ferreiras (Fofito), con cuyas hijas vive actualmente la Srta. Virginia, después de retirarse de la vida educativa, por motivos de salud.

Desde muy joven, tuvo que trabajar para ayudar en las necesidades de su hogar. Siendo prácticamente una adolescente, fue maestra en las escuelas de emergencia creadas durante la Era de Trujillo. Se fue a trabajar, motivada por don Jacobito de Lara, a una loma.

Mujer disciplinada, austera, profundamente espiritual, de reciedumbre moral, de claros criterios educativos, de complexión delgada, siempre vestía honestamente y vivió profundamente la pobreza, la cual fue con el tiempo radicalizando en una opción por los más empobrecidos.

Estudio en la escuela pública y después hizo el bachillerato comercial con las Hijas de María Auxiliadora, entablándose una amistad con las hijas de Don Bosco que perduro a lo largo de toda la vida.

Fue maestra de educación básica en el Colegio María Auxiliadora, cuando este se encontraba en La Granja. Precisamente en el año del terremoto (1946), ella trabajaba con niños de primer y segundo grado con las salesianas.

Trabajo como secretaria de la inspección a principios de los años cincuenta. Después inicia en 1953 clases particulares y en el 1956 inicia formalmente el Colegio Santo Domingo Savio, siendo el segundo colegio más antiguo de Moca, después del Colegio María Auxiliadora.

El colegio Domingo Savio inicio en un espacio de su casa materna, en la calle Salcedo esq. Ángel Morales. De ahí pasó a la casa de doña Consuelo Vda. Rodríguez, en la calle Córdova. Más adelante, a finales de los cincuenta, pasó a la calle 26 de julio, en la casona de don Juan Contín. En 1972 fue trasladado a una moderna y amplia edificación, construida con mucho esfuerzo, con ayuda de los padres de familia y toda la comunidad mocana. La construcción se inicio en 1964. Los planos del colegio los hizo el Ing. Rafael Arzeno y en el trabajaron los maestros constructores Forito Hernández y Antonio Almánzar.

Desde 1956 hasta 1969 fue un colegio solamente para varones. Las hembras comienzan a ingresar en 1969, siendo de las primeras Tania Lora y Raquel Paulino.

Desde 1964, la Srta. Virginia concibió la idea de fundar un grupo de laicos consagrados, que se dedicara a la educación y la acción social con los más pobres, al que denomino Comunidad de Laicos Consagrados Grupo para Jesús. Se hicieron varios intentos, hasta que el 31 de julio de 1969 se acrisoló el primer grupo, al que pertenecían Luz Nery López, Juana Adames, Caridad Jiménez, Luis Quezada, Wilfredo Bautista y Freddy Bencosme, entre otros. Después entraron muchos otros, desde 1969 hasta finales de la década de los noventa. Esta experiencia en sus inicios fue pionera en América Latina, pues se trata de laicos que se consagran, con el mismo compromiso de un religioso, desde una opción por los pobres, a vivir el evangelio, desde la educación y el compromiso social.

El Colegio Santo Domingo Savio formó generaciones de estudiantes bajo estrictos valores éticos, morales y religiosos, con una gran exigencia académica y una fuerte disciplina y siempre orientados a un compromiso social con los más pobres.

Los alumnos del Colegio Domingo Savio eran famosos donde iban por su alto nivel en lectura, ortografía, caligrafía, redacción y la formación académica, así como el orden y los criterios morales que mostraban con su vida.

Por ese Colegio pasaron muchos profesores de gran nivel académico y pedagógico, como el Prof. José R. Domínguez P., José Santana, Meleny Collado de Rojas, Minerva Cuevas de Ramírez, Altagracia Almánzar, Altagracia Madera, Juana Tinkess, María Tiner, Alexis Compres, Luis Quezada, Alexandra Lulo, Adriano Miguel Tejada, Ulises Cohen, Francisco Rosario, la Srta. Mimín, Rosita Alvarez y Teresita Santana, Abraham Lulo Gitte, Sonia Bejarán, Patricia Rosario de Inoa, Pedro Fadul, Lindín de Marte, Angie Caputo, Angel Rosario Candelier, Luis José DislaBelliard, Gabriel Guzmán Marcelino, Aracelis Gil, entre muchas otros educadores.

Muchas directores de hoy se iniciaron en el magisterio en este colegio. Tal es el caso de Sonia Bejarán, Angelita Camilo, Olga Espaillat, Noemí López.

Los primeros profesores del Colegio Don Bosco fueron seleccionados por la Srta. Virginia, a petición del P. Ramón Alonso Beato, fundador del Colegio.

En la década de los sesenta, se fundó el Club Cultural Social, que se reunía todos los viernes y donde los estudiantes aprendían oratoria, poesía, canto, drama, debate parlamentario.

Los primeros alumnos que se graduaron en Octavo Curso fueron Luis Emilio Montalvo Arzeno, Fernando Franco, Fernando Rojas y Rafael Cáceres.

En la década de los setenta se formaron los Grupos de Promoción Humana, Cultural y Artística, en los cuales, los estudiantes del Colegio participaban en poesía coreada, grupos de bailes folklóricos, teatro, grupos instrumentales, etc.

Las reuniones de padres eran una verdadera escuela para padres. Se hacían mensualmente. Al principio eran para padres y madres juntos. Luego se adoptó la modalidad de hacerlo un mes a los padres y otro a las madres. El año escolar siempre empezaba con un Cursillo para los padres, que duraba tres noches. Al final del año se hacía una Convivencia de todos los padres y madres juntos. En las reuniones mensuales, había una parte que se hacía en general, para todos los padres, no importa el nivel escolar en que se encontraban sus hijos; y luego se separaban por niveles, a tratar los asuntos particulares con los educadores titulares de cada nivel.

La Srta. Virginia siempre trabajó muy de cerca con los padres salesianos y sobre todo con los jesuitas, los cuales impartían algunas materias de Cuarto del Bachillerato, entre ellas Filosofía y Psicología. Iban a Manresa Loyola anualmente a los ejercicios espirituales o retiros. El P. Tomás Marrero, de los jesuitas, siempre acompañó el trabajo educativo de la Srta. Virginia, desde 1956. También estuvo muy ligado al Colegio el P. Juan Montalvo, con quien la Srta. Virginia hizo un acuerdo verbal de que sus formandos fueran profesores en el Colegio. También el P. Montalvo participó como charlista en muchas reuniones de padres de familia y en las fiestas de Domingo Savio.

En 1980, se inició el Proyecto de Educación en la Justicia desde la Fe, a raíz de la Conferencia de Puebla y del Congreso de la Confederación Interamericana de Educación católica (CIEC). Este proyecto acabó de darle una orientación definitiva al Colegio a favor de los más pobres, ingresando en sus aulas estudiantes de los barrios periféricos de Moca, como Quijá Quieta y Sal si Puedes.

Después de la enfermedad de la Srta. Virginia, asumió la continuidad del Colegio la Srta Caridad Jimenéz, quien ingresó en 1962 al Colegio y ha permanecido fiel en él durante 50 años, siendo directora del mismo durante muchos años y tiene el mérito de mantener todavía funcionando el Colegio, a pesar del retiro de la Srta. Virginia por razones de salud.

Una de las características permanentes del Colegio es la asistencia al recreo, donde profesores y alumnos jugaban juntos. La fiesta de Domingo Savio y La Inmaculada, siempre se han celebrado con mucha alegría, siendo preparadas con entusiasmo por profesores y estudiantes. Todos los años, se preparaban los alumnos de Quinto Grado en adelante para la Primera Comunión, que se celebraba el día 6 de mayo, fiesta de Domingo Savio.

También era famosa en Moca la Hora de Adoración ante el Monumento, los Viernes Santo, a las 10:00 AM., asignada al Colegio Domingo Savio, pues se preparaba con mucho entusiasmo y tenía un alto nivel de crítica social. Muchos decían que era una hora profética.

Se formaron Equipos de Liturgia, que participaban en las celebraciones de la Parroquia Sgdo. Corazón de Jesús.

El Colegio realizó servicios sociales y de catequesis en el barrio de Quija Quieta, desde 1970. En la década de los ochenta se fundó el Grupo de Cultura La Unión de Quija Quieta, en el cual se trabajaba con niños, adolescentes, jóvenes y padres de familia.

Más adelante, en los noventa se trabajó en diferentes barrios, y eran los padres de los alumnos los que se organizaban en equipos para realizar servicios comunitarios.

En la tradición educativa del Colegio se cantaba mucho, se realizaban los famosos Actos Cívicos los viernes, y las orientaciones por la mañana eran una verdadera cátedra de formación para la vida. Los alumnos asistían por cursos a la Misa de los sábados a las ocho de la mañana, la cual preparaban con su profesor, como una manera de ir aprendiendo a participar en la liturgia.

Una costumbre muy sana del Colegio es que los profesores se reunían todos los días, a las siete y treinta de la mañana, antes de iniciar las clases, para ponerse de acuerdo en las orientaciones académicas y formativas. También servía como espacio de formación permanente para los mismos educadores, los cuales se iban identificando con la mística del colegio, de forma tal que había un verdadero equipo docente que funcionaba con criterios unificados.

La Srta. Virginia se fue radicalizando socialmente junto al Grupo para Jesús e hizo una opción preferencial por los pobres y fue transformando un colegio que era de las clases media alta y alta, a ser un colegio de puertas abiertas a todos los sectores sociales. Eso lo empobreció, pues se cobraba muy poco, y le creó grandes conflictos y diferencias con muchos padres que no querían que sus hijos se juntasen con muchachos de los barrios.

Creemos que la posteridad será la única capaz de juzgar el enorme y desinteresado esfuerzo educativo realizado por esta mujer, orgullo de la educación mocana de todos los tiempos.

TEMAS -