SANTO DOMINGO. Nelson Rafael Mejía, cincuenta y cinco años de edad. Es un técnico electricista con más de 30 años en el oficio. Comenzó con un diploma de un curso en Infotep, luego un sobrino suyo le consiguió un trabajo en un taller de electrónica donde fue a aprender lo práctico y después de 10 años como empleado, habló con su patrón para comunicarle que había tomado la decisión de independizarse, que “buscara a alguien más, porque él quería poner su propio negocio”.

En la Calle Caracas, esquina Calle Juan Bautista Vicini, en el sector San Carlos, instaló Nelson su primer taller de reparaciones, donde permaneció por más de veintiocho años, hasta mudarse a su actual local, llamado Centro de Reparaciones Rafelito, en la Calle Enriquillo esquina Calle Ravelo, en el mismo barrio.

“Gracias a Dios tengo mi familia, cuatro hijos, cinco nietos, esposa, mi casa y un carrito para defenderme, y es de aquí que lo he sacado”. Yo reparo bombas de agua, abanicos, licuadoras, lavadoras... todo tipo de electrodomésticos, estoy aquí de ocho de la mañana a seis de la tarde y los sábados hasta el mediodía.

Al preguntarle, para finalizar, qué espera para su negocio, respondió: “Vivo bien y mantengo mi familia de aquí, no me puedo quejar, ¿Tú me entiendes?’’.

Fotocrónica de Pedro Bazil

Pedro Bazil