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Gobierno comercializa deudas de suplidores del Estado

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Gobierno comercializa deudas de suplidores del Estado
Los suplidores se quejan que cuando venden las facturas, pierden parte de sus ganancias. (FOTO: SHUTTERSTOCK)

SANTO DOMINGO. A través de sus entidades financieras, el Gobierno está comercializando las deudas que tiene con los suplidores del alimento escolar. Además de generar deudas que se pagan a 45 y 60 días, también compra las facturas pendientes, una transacción reconocida en el mundo financiero como factoring, pero que genera problemas económicos para los suplidores que deben pagar tasas de interés de 1.5% en adelante.

Un suplidor, que prefirió anonimato para evitar represalias en su contra, contó a Diario Libre que desde el Banco Agrícola le estuvieron llamando de manera insistente y le ofrecieron comprarle la deuda que por más de cuatro meses le mantenía el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie), por concepto de almuerzo escolar.

“Nosotros fuimos a ver que ellos tenían. Para comprar la deuda, te quitan más de un uno por ciento, y sólo te dan el ochenta por ciento del valor de las facturas, porque ellos se quedan con el otro dinero hasta que les paguen pero, cuando les pagan no te dan todo el restante, se descuentan otras cosas”, afirma el suplidor que prefirió no aceptar la oferta del banco estatal.

Marino Peralta, presidente de la Asociación de Suplidores y Proveedores de Alimentos a las Escuelas de República Dominicana (Asuplider), se queja de que muchos de los asociados están “enganchados” por la doble deuda que les genera el factoring, aunque reconoce que el crédito es el único camino que tienen para seguir operando ante las deudas acumuladas.

Dice que si bien el Inabie ha hecho esfuerzos por ponerse al día, todavía hay suplidores a los que se les está pagando las facturas de octubre y noviembre, mientras a otros se les paga diciembre y enero.

“Eso (la compra de la deuda) nos ha perjudicado, porque nos cobran un dinero muy alto, es el 1.5% mensual. Y hay algo ahí que se queda... Por ejemplo, si yo deposito tres facturas, el Banco Agrícola me cobra un 1.5%, pero si a los tres meses el Inabie no ha pagado la factura, no nos dan más dinero”.

Peralta agrega que, para que los pagos se realicen, el banco debe tramitar las notas de crédito a tiempo, pero que muchas veces no se hace con la celeridad necesaria, retrasando el proceso.

“A ellos se les importa mandar o no los papeles, porque ellos se están ganando su dinero... es un negocio, porque aunque te puedan pagar al mes, se quedan tres meses, para cobrar el dinero, y eso es lo que tiene a los suplidores enganchados, que no tienen para saldar lo prestado ni para seguir operando”.

Demanda que los alimentos que suplen les sean pagados a más tardar dos meses.

Nada que ver

Consultado al respecto, René Jáquez Gil, director del Inabie, califica de normal el factoring, y agrega que además del Banco Agrícola, ese servicio lo ofrecen el Banco de Reservas, Banca Solidaria y varias cooperativas.

Sin embargo, aclaró que el Inabie no tiene nada que ver con la operación, que es una iniciativa de las entidades financieras que siempre acuden al Inabie en busca de informaciones sobre los suplidores y luego les notifican los créditos. Indicó que el 30% de los alrededor de 1,070 suplidores que tienen en la actualidad, tiene créditos con las referidas instituciones.

“Hay quienes dicen que eso puede ocasionar una situación como la del OISOE, pero nada parecido, porque en aquel caso eran intermediarios informales, usureros, pero en este caso, es un crédito blando”.

Jáquez se refiere a la tragedia ocurrida en septiembre de 2015, cuando el arquitecto David Rodríguez García se suicidó en la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), desesperado por las deudas.

La muerte destapó un esquema de corrupción que ocurría en la entidad, en que, ante la falta de pago a tiempo de las cubicaciones, los contratistas se veían obligados a tomar financiamiento con “el hombre del maletín”. Según determinaron las autoridades que investigaron el hecho, el denominado “hombre del maletín” era un empleado de la misma OISOE, que retrasaba los pagos de las cubicaciones para que los constructores siguieran endeudándose.

Defienden legalidad

El administrador del Banco Agrícola, Carlos Segura Foster, asegura que la tasa que cobran a los suplidores es del 1% y que no hay tardanzas en la tramitación.

“Nosotros recibimos la información del Inabie vía electrónica y el mismo día la transmitimos a nuestras sucursales y a la representación de ellos en esas sucursales y, en tres días, ya tienen el desembolso”, sostiene Segura Foster.

Dice que el financiamiento es del 80% de la factura, y que tan pronto reciben el pago del Inabie, devuelven el 20% restante, descontando capital e intereses.

Segura Foster entiende que gracias a ese servicio los suplidores han podido tener liquidez, y lo define como una tabla de salvación porque le da un financiamiento blando con tasa “muy baja”.

También defiende la legalidad del servicio que ofrecen, alegando que están autorizados por las autoridades que regulan el sistema monetario, y que, cada suplidor tiene la opción de ir a la banca privada. “Solo que aquí le sale más barato, pues en la banca privada le pueden comprar hasta al 24% anual”.

El Banco Agrícola inició el servicio de factoring hace unos tres años otorgándole préstamos a la Asociación de Ganaderos de la Provincia Monte Plata, y a la fecha tiene una cartera de crédito de unos RD$733 millones, todos a suplidores.

Nancy de la Rosa, directora de Control y Administración de Riesgo de Banca Solidaria, indicó que el servicio de factoring es parte del programa de Desarrollo Industrial convenido con el Inabie y que tiene el objetivo de capitalizar a los suplidores mientras se genera el pago de sus facturas.

La tasa de interés que ofrecen es 8%, anual, igual a un 0.67% mensual, lo que califica de muy baja, y afirma que “estos financiamientos son dados a vencimiento, por lo general a seis meses, pero siempre son pagados antes. No generan mora, ni ninguna comisión adicional”, enfatiza.

El tiempo promedio del proceso para aprobar este tipo de préstamos es de una semana, indica De la Rosa.

En la actualidad Banca Solidaria tiene cuatro préstamos bajo la modalidad de factoring.

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