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Por la humanización de los espacios

Esta novedosa iniciativa tiene la finalidad de impulsar el desarrollo urbano y social a través de alianzas y del diálogo multisectorial. Entre sus objetivos están la humanización de los espacios y la construcción sostenible.

Con el interés de crear espacios más humanos y construcciones sostenibles, surge el proyecto Construye en Convivencia, conformado por un grupo de arquitectos y estrategas sociales que pretenden acompañar a desarrolladores, líderes del gobierno y dueños de empresas para generar coherencia y concebir de manera real la gestión de un modelo de sostenibilidad empresarial en el país.

MG Corporate Consulting y SEqulibre se han unido en este proyecto para brindar apoyo calificado en sostenibilidad empresarial, y a la vez lograr una comunicación que genere confianza en las partes interesadas de un proyecto como una herramienta para minimizar riesgos e impactar de manera positiva a las comunidades.

Según explicaron sus ejecutivos, Construye en Convivencia mira la empresa y la obra de construcción, su entorno, interlocutores y usuarios finales como un sistema, de manera que identifican riesgos y oportunidades, a la vez que se integran las voces de todos los interlocutores desde la fase de diseño y construcción, fortaleciendo el sentido de pertenencia y haciéndolos corresponsables del desarrollo.

El proyecto inicia con el artista puertorriqueño Daniel Vélez Climent, del Estudio Lero Lero, quien mediante un proceso de retroalimentación comunitaria se ocupa de humanizar con un grupo de voluntarios las fachadas del restaurante La Guagua y Helados Bon, empresas que forman parte del proyecto piloto Hábitat Malecón.

CONSTRUCCIÓN SOSTENIBLE

Lilimar López Urrutia, representante de la empresa SEqulibre, sostiene que cada vez más se necesitan profesionales con experiencia en sostenibilidad y manejo social con el fin de lograr objetivos positivos tanto para los negocios como para la sociedad, y en pos de lograrlo es que MG Corporate Consulting y SEqulibre se unen y hacen una alianza estratégica con Estudio Lero Lero, que dirige el arquitecto puertorriqueño Daniel Vélez Climent.

López Urrutia dice que quienes llevan a cabo proyectos grandes de infraestructura no se dan cuentan de que necesitan acompañantes para manejar las partes envueltas en el desarrollo, para que luego no haya problemas de boicot o rechazos. "Yo sé de varios proyectos de viviendas de interés social en el país que no fueron aceptados por la gente, porque las casas no tenían sus valores ni estaban acordes con sus necesidades".

Para ella está claro que antes de iniciar un proyecto es necesario realizar un estudio, pero asegura que en muchos casos lo hacen personas sin experiencia o simplemente no se hacen, y después el proyecto no tiene el impacto deseado. "Lo que nosotros hacemos en esos casos es manejar la realidad de la empresa que lleva el proyecto y la percepción que tiene la gente del mismo", asegura.

En lo que respecta al Malecón, cree que todavía hay muchas oportunidades de cambiar de situación, pero considera necesario lograr un impacto de dentro hacia fuera, y es ahí que surge Hábitat Malecón, que por el momento tiene el objetivo de trabajar en el tramo comprendido entre el Obelisco Macho y el Obelisco Hembra.

En esta primera etapa, Construye en Convivencia convertirá en espacios amables áreas de Helados Bon, del restaurante La Guagua y la Plaza Juan Barón, a través de un proceso de diálogo e inclusión de las partes interesadas, para de esta manera, empezar a trazar los valores de sostenibilidad, arte, cultura e identidad en esa parte de la ciudad e impulsar el desarrollo urbano y social que permita ofrecer otro tipo de experiencia a los visitantes a esa zona.

López Urrutia está consciente de que no se puede cambiar todo de un día para otro, pero entiende que se pueden ir haciendo cosas pequeñas que ayuden a que los actores se reconozcan, porque a su juicio el desarrollo social del Malecón está muy desarticulado; "entonces, Hábitat Malecón simplemente es una excusa para acercar a todos los actores y que se conozcan, y crear así una iniciativa que los una y se empiecen a mover en una misma dirección".

HUMANIZACIÓN DE ESPACIOS

Por su parte, Daniel Vélez Climent explica que mediante su alianza con Construye en Convivencia, se encarga de trabajar con la comunidad desde su enfoque de arquitecto paisajista y de artista comunitario. Actualmente trabaja en el proyecto Hábitat Malecón, que inició con la creación de un mural en la fachada del restaurante La Guagua.

"El primer paso para la elaboración de este mural fue reunirme con las partes interesadas del Malecón, como arquitectos urbanistas, académicos, miembros el Clúster de Santo Domingo, artistas del área y jóvenes y adultos de la comunidad, y ahí empezamos a descubrir qué es el Malecón para ellos y que quieren recuperar", explicó Vélez Climent.

Entre los problemas tratados en la reunión, señala que los que más sobresalieron fueron los que tenían que ver con el fuerte tránsito en la vía y con la contaminación, tanto del aire, como auditiva y visual. De este intercambio nació el tema del mural, cuyo diseño fue creado por el artista en el mismo espacio, con la intención de darle la oportunidad a los involucrados de ver el progreso del mismo y de que hagan sugerencias y comentarios.

Vélez Climent, quien asegura que una de sus condiciones para trabajar en cualquier proyecto es que se involucre la comunidad, dice que en la elaboración del mural "¡Oxígeno Please!" trabajaron con mucha dedicación Héctor Minaya, su asistente en República Dominicana, los empleados de La Guagua y de Helados Bon, así como los vecinos del entorno.

A su juicio, los involucrados en los problemas del Malecón saben qué hacer, pero no se han puesto de acuerdo para resolverlos. Considera un error que arquitectos y urbanistas sean siempre los que decidan, "porque si la comunidad no participa en su desarrollo, va a ser siempre un Malecón de unos y no de otros, y debe ser el Malecón de todos".

El arquitecto paisajista dice que no pretenden ofrecer propuestas específicas para resolver los problemas que aquejan la vía y sus entornos, que más bien el proyecto es un instrumento que permite comenzar a unir los elementos dispersos antes de lanzar cualquier propuesta.

"Lo que pretendemos es incentivar a las personas a unirse para que se sientan incluidas. Es sorprendente cómo todos están consciente del problema, y así lo expresaron en los mensajes que pusieron en el mural, porque el que habita en los alrededores, trabaja o utiliza como ruta frecuente al Malecón sabe de sus problemas pero no sabe qué hacer para solucionarlos", añade.

El proceso comunitario, explica Vélez Climent, está en un momento en el que debe ir más allá de la queja y pasar al dialogo con negociación . "En estos espacios es donde se aprende a escuchar y a negociar; donde empresarios, profesionales y comunitarios pueden conocerse, entenderse y empezar a traer ideas a la mesa. Este es el objetivo del trabajo que estamos haciendo".

Sostiene que muchos planes urbanos fracasan, o se quedan engavetados, porque cuando van a aplicarlos las personas los rechazan, por lo que entiende hay que empezar desde el núcleo de la comunidad hacia fuera, porque las soluciones tienen que partir del conjunto de afectados .

EL PRIMER PASO, LA GUAGUA

El proyecto Hábitat Malecón, de Construye en Convivencia, acaba de dar su primer paso con la conclusión del mural que adorna la fachada del restaurante, bar y centro de cultura La Guagua, ubicado frente a la Plaza Juan Barón, en el Malecón.

La Guagua se construyó, según cuenta su administrador, Daniel Moreno, en terrenos del estacionamiento de Helados Bon Malecón con el objetivo de obtener recursos para apoyar el proyecto Ecoparqueos, una iniciativa de su tío Jesús Moreno, que busca disminuir los entaponamientos y la contaminación en la ciudad.

El restaurante sólo tiene abierto tres meses, explicó Moreno, quien señala con orgullo que todos los materiales utilizados para la construcción y decoración del lugar son reciclados. Las mesas están hechas de carretes de alambres eléctricos, y para las sillas, barandas y cubrir paredes se utilizaron paletas de carga; en el suelo se colocaron los adoquines removidos del demolido parque de diversión Arcadas. Las lámparas están hechas con estuches de casettes y el bar está forrado con tablas de cajas de vino.

"Ofrecemos comida internacional, pero tratamos de estimular el consumo de los ingredientes nacionales, por lo que el menú cuenta con platos hechos a base de plátano, yuca y berenjena, entre otros ingredientes", agrega Moreno.

LOS MALECON´ FOUR AL RESCATE

El mural de La Guagua cuenta la historia de cuatro personajes, los Malecón´s Four, los cuales eran personas comunes que mutaron debido a la contaminación, el ruido y los peligros que existen en esta vía. Con la transformación adquirieron súper poderes y decidieron unirse para luchar por la recuperación del Malecón.

Peatón Evulution. Este personaje al mutar perdió los dos brazos y en su lugar le surgieron cuatro piernas, por lo que tiene seis, y además le nació un tercer ojo. Su misión es cruzar el Malecón de acera a acera, por lo que sus poderes son visión periférica y velocidad ultrasónica.

Rubia on Wheels. Las piernas de esta mutante se convirtieron en manos, por lo que posee cuatro. Tiene ojos entornados, no parpadea e imita el sonido de los camiones. Como tiene que estar esquivando camiones, motocicletas, guaguas y todo tipo de vehículos más, sus habilidades se desarrollaron para que pueda hacer múltiples tareas al mismo tiempo, y además puede lograr el 100 por ciento de atención y decir improperios en 25 idiomas.

Oxígeno Please. Perdió el sistema respiratorio a causa de la contaminación, por lo que vive atado a un tanque de oxígeno. Su poder es cambiar dióxido de carbono por oxígeno, como lo hacen las plantas, ya que en la vía hay muy poca vegetación.

Malecón´s Machine. Se ha convertido casi en un vehículo de motor, por no caminar nunca a pie. Su poder se basa en su fuerza automotriz

IMPACTO DEL SECTOR CONSTRUCCIÓN

Construye en Convivencia plantea que el sector de la construcción, con todos los subsectores en los que influye, es uno de los que generan mayor impacto ambiental.

Expone que los edificios consumen entre el 20% y el 50% de los recursos naturales, y que contribuyen al aumento de la contaminación ambiental, y que su emplazamiento impacta negativamente sobre el territorio, sobre todo porque el 80% de las personas residen en zonas urbanas.

También señala que los edificios tienen un alto consumo energético, y que generan residuos, tanto en su construcción como en su mantenimiento y derribo.

Como una alternativa para evitar estos males al medio ambiente, sugiere la construcción sostenible, que abarca no sólo una adecuada selección de materiales y procesos de construcción, sino también al entorno urbano y el desarrollo del mismo.

La construcción sostenible, explica, se basa en la adecuada gestión y reutilización de los recursos naturales, la conservación de la energía, e incluye la planificación y comportamiento social, hábitos de conducta y cambios en la usabilidad de los edificios, parques, carreteras y obras de infraestructura, con el objeto de incrementar su vida útil.

Este tipo de construcción analiza todo el ciclo de vida: desde el diseño arquitectónico de la obra y la obtención de las materias primas, hasta que éstas regresan al medio en forma de residuos.