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ACV, cuando la sangre deja de fluir y las arterias se enferman y atacan al cerebro

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ACV, cuando la sangre deja de fluir y las arterias se enferman y atacan al cerebro
Los accidentes del cerebro no distinguen edades, por eso las personas debe educarse en tener una vida sana.

SANTO DOMINGO. Este 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Ataque Cerebral. En la República Dominicana, los Accidentes Cerebrovasculares (ACV) constituyen la segunda causa de fallecimiento y la primera en invalidez en adultos y jóvenes, lo que convierte la enfermedad en un problema de salud pública.

La Sociedad Dominicana de Neurología y Neurocirugía registra cada año entre 18,000 y 19,000 casos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 80% de las enfermedades cardiovasculares no transmisibles, incluidos los accidentes cerebrovasculares, acaban cada año con la vida de 17,7 millones de personas.

Más del 80% de esas muertes ocurren en países de ingresos bajos y medianos. Los ACV constituyen la segunda o tercera causa de muerte a nivel mundial, en los países en subdesarrollo, afirma el neurocirujano Luis Eduardo Suazo.

Suazo dice que en los países desarrollados es la cuarta o quinta causa de muerte y en los próximos años puede llegar a ser la sexta, debido a una serie de medidas de educación, prevención y tratamientos tempranos que se están efectuando en esas naciones.

Causas

Un ACV se produce cuando hay un paro brusco de oxígeno y glucosa al cerebro. La glucosa es el principal sustrato alimenticio del cerebro.

Hay dos tipos de ACV: el isquémico, que se produce cuando las arterias se tapan y el hemorrágico, que se origina cuando una arteria se rompe. Este es el que el común de la gente llama derrame cerebral.

Según el especialista, el 70% de los casos isquémicos se deben a problemas de arritmia, producida por el aumento de los triglicéridos y colesterol.

Existe también el accidente isquémico transitorio y en este caso los síntomas son los mismo,s pero temporales, y desaparecen antes de 24 horas. A veces incluso, pueden durar sólo unos minutos.

El ACV hemorrágico se produce cuando una arteria se rompe, sangra, provocando lo que se conoce como aneurisma cerebral, que el especialista define como pequeñas dilataciones en las arterias.

“Funcionan como vejigas que se explotan dentro del cerebro. Si alguien alguna vez escuchó hablar de que una persona sintió un fuerte dolor de cabeza y se desmayó, puede estar ante un cuadro de ACV hemorrágico”, comenta Suazo.

Los síntomas

Los norteamericanos introdujeron una prueba llamada FAST para identificar rápido el accidente cerebrovascular. La sigla contiene las iniciales en inglés de las palabras cara, brazo, lenguaje y tiempo, que significa que ante cualquier adormecimiento o desviación en esas partes del cuerpo o trastornos en el lenguaje la persona debe ir urgente al médico.

Si antes de las cuatro horas de infartarse el paciente logra llegar a la sala emergencia de un centro asistencial y se le tratan los síntomas adecuadamente, puede recuperar su función mucho más rápidamente, disminuyendo el riesgo de secuelas y la estadía intrahospitalaria del paciente se reduce a cinco días.

De acuerdo con el neurocirujano, el paciente percibe los síntomas desde el inicio, porque sienten la dificultad en esas áreas del cuerpo. Si se deja progresar el evento, los resultados pueden ser irreversibles. El enfermo puede morir o quedar discapacitado.

“La gran tendencia de la terapia actual es la recuperación funcional del paciente. La capacidad de que pueda llevar una vida independiente aumenta de forma considerablemente y significa menos gastos para el Estado”, señala el especialista.

Para eso es necesario que en los primeros 10 minutos de su ingreso al centro de salud se practiquen exámenes clínicos y tomografías computarizadas para determinar el tipo de ACV.

El promedio de pacientes con ACV permanece encamado en sus casas, y eso significa una pérdida laboral de un promedio de tres personas por cada enfermo. Si a eso se le suma que es la segunda causa de muerte en el mundo, se confirma que es un problema sanitario de mucha envergadura.

“Dependiendo del área afectada del cerebro, así será la secuela que quede en el paciente que haya sufrido un ACV. Hay unos que dejan más problemas motores, sensitivos, algunos dejan trastornos del equilibrio y otros visuales”, apunta Suazo.

Los que más sufren

Los hombres son los más afectados, y regularmente sufren un ataque entre los 50 y 60 años de edad y la razón que explica Suazo es porque las mujeres se cuidan más que ellos, son más metódicas con la dieta sana, ejercicios y con la visita periódica al médico. El hombre es lanzado a tareas más duras.

El acumulado de la presión, de la diabetes, colesterol tiende a ser más perjudicial en los hombres que en las mujeres.

También está el factor genético. En las personas de raza negra, los ACV son más severos que en pacientes de ascendencia caucásica.

El isquémico ataca más a las mujeres entre 30 y 50 años, probablemente por el rol que juegan los estrógenos.

Existe posibilidad de que a un joven le dé la enfermedad. Los isquémicos se dan en los jóvenes por comunicaciones anormales de las cavidades del corazón, defectos que no han cerrado en el momento de nacer. Eso puede formar coágulos y mandarlos hacia arriba.

También, existen malformaciones arteriovenosas, que son nidos anormales entre arterias y venas que en cualquier momento pueden explotar simultáneamente.

Otras condiciones que favorecen el ACV es el hereditario. En pacientes con fuerte tendencia a las isquemias cerebrales, se les aconseja a partir de los 40 años tomar aspirina de 81 miligramos para favorecer que la sangre circule mejor y evitar el infarto cerebral.

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