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No viene el cuco

El presidente desveló su proyecto de reforma constitucional y, la verdad, no veo el gato en el macuto

El presidente desveló su proyecto de reforma constitucional y, la verdad, no veo el gato en el macuto. El cambio de mayor calado versa sobre la reelección. ¿Sorpresa? Ninguna. Una cláusula pétrea para impedir que en el futuro se alteren las reglas de elección presidencial y que "ningún funcionario de elección popular" se beneficie de una reforma realizada durante su mandato "cuando esta verse sobre las reglas de postulación, elección y permanencia del cargo que ocupa".

Por supuesto, habrá otro candado, colocado por Luis Abinader para impedirse a sí mismo postularse en las elecciones del 2028 o en cualquier otra.

Esta cerraja última es esencial para probar que la reforma tiene vocación de futuro, y en modo alguno dobla como traje hecho a la medida para el actual administrador de la cosa pública. No viene el cuco de la reelección y se alejan los fantasmas de las ambiciones. La presidencia dominicana no podrá tener al mismo dueño por más de ocho años. ¿Quién que aprecie la democracia y la transferencia pacífica del poder que le es aneja puede oponerse en su sano juicio a ese blindaje?

La reducción del número de integrantes de la Cámara de Diputados es otra propuesta positiva. Más que un problema de espacio físico, un número creciente de legisladores nada aporta a la institucionalidad y sí supone un gasto mayor.

Apenas divulgada, esta última propuesta ha tenido una rápida acogida a todos los niveles sociales. La razón es obvia y debería preocupar a quienes integren el Poder Legislativo a partir de la semana próxima. Nuestro Congreso adolece de credibilidad y es una fuente permanente de sospecha. Este sí es un cuco que no espanta la reforma constitucional

 

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Aníbal de Castro carga con décadas de periodismo en la radio, televisión y prensa escrita. Toma una pausa en la diplomacia y vuelve a su profesión original en DL.