AM. - Vivir en matrix

El magnate de medios de comunicación Rupert Murdoch está decidido a cobrar por el acceso vía Internet a los contenidos de sus periódicos. Un desfasado, piensan unos: "en Internet y la gratuidad está el futuro ". Un valiente, dicen otros: "por fin alguien habla claro. Este modelo de negocio es insostenible". En medio, los cautos: "eso se veía venir, aunque quizá es demasiado tarde. Nadie querrá pagar." Y como protagonistas observadores... los periodistas.

La profesión vive un cambio tan brutal que es difícil reconocer en las redacciones de hoy el espíritu de las de hace diez años. La tecnología nos ha cambiado, pero quizá ha invadido campos que no le correspondían. No, no todos los ciudadanos pueden ser periodistas (¡ni siquiera todos los periodistas pueden ser periodistas!) y que sean las empresas periodísticas las que se empeñen en repetirlo es cansado. Ahora toca defender el periodismo en su esencia. No, no todo lo que se escribe en Twitter es "la revolución". Facebook es impresionante, claro que sí, pero las redes sociales no sustituyen a la prensa. Han cambiado la forma de relacionarse, no los fundamentos ni la necesidad de recibir información de calidad de los ciudadanos.

Internet es una maravilla, es verdad. Tenemos toda la información a tiro de click. Para eso alguien la debe poner en línea sin cobrar por ello. ¿Es realista? La fortaleza de internet, la gratuidad, es su debilidad. Gratis para el que lo usa... ¿y para el que lo nutre? Algo falta por descubrir.

IAizpun@diariolibre.com