Esperando al 2022
Termina el 2021. Un año de optimista recuperación
Termina 2021. Un año de optimista recuperación en muchos aspectos y de pesimista resignación por una pandemia que no termina de dar sustos.
En Diario Libre lo hemos vivido a pie de calle, cumpliendo una labor informativa que no podía detenerse. Ha sido un año de trabajo consistente, de rediseño de nuestra edición digital, de cambio de plataforma tecnológica y de liderazgo sostenido en todos los canales de distribución de contenidos. Desde el impreso a las redes hemos contado el año y trabajado como si el Covid-19 no existiera para poder informar de cómo evolucionaba y de qué cambiantes maneras trastornaba la vida diaria.
Este año, deseablemente el último año “covidiano”, ha sido un año raro... El empeño del gobierno por dar cada día noticias positivas (tres, cuatro) parecía empujar la actualidad buscando lograr un esfuerzo colectivo por sacar la cabeza.
Constatar que un atasco de barcos en un puerto en China daba al traste con cualquier previsión económica, las magníficas olimpiadas de Tokio, el asalto al Congreso en Washington, las oleadas de migrantes en medio mundo, un magnicidio en Haití, viajes espaciales... Un mundo convulso que a juicio de algunos sociólogos vive un cambio trascendental del que apenas podemos darnos cuenta. Un cambio de era vivido en tiempo real.
A pocas horas de recibir el 2022, es difícil hacer planes. La vida parece todavía sujeta con alfileres. La mala noticia es la oleada de contagios por la variante ómicron. La buena: es mucho más leve que sus hermanas mayores y dura pocos días. Un cambio de año siempre trae la promesa de renovación y eso se siente bien...