Mujeres, hombres y pandemia
Los contenidos informativos que homenajean la fecha han evolucionado en los últimos años
Se acerca marzo y aunque la atención está fijada en la rendición de cuentas del 27 de febrero, empieza a pedir paso en las agendas el 8 de marzo, Día de la Mujer.
Los contenidos informativos que homenajean la fecha han evolucionado en los últimos años. Eran comunes los reportajes sobre “los espacios masculinos” que iba conquistando la mujer. Entrevistábamos a mujeres ebanistas, agentes de tráfico, conductoras de autobús o de carro público. Parecían avances, un paso adelante aunque hoy resulte tan obvio que una mujer ordene el tránsito o que conducir un autobús no requiere superpoderes específicamente masculinos.
Hoy hablamos de ejemplos de paridad de género habituales en las grandes empresas, de empresarias potentes, de procuradoras generales y directoras de cine, de presencia mayoritaria en las universidades, de mujeres proveedoras que ya no piden excusas por serlo...
Pero también de personas (porque hay de los dos sexos) que opinan que la mujer tiene que pedir permiso a su pareja para salir de casa y no dudan en hacerlo público. De violencia en el noviazgo en una generación que creíamos que tendría eso superado y aprendido. De mujeres asesinadas. Esos son los que requieren más empeño y urgencia. Hay otros problemas que se han resuelto o van en vía irrenunciable de solución. Aunque sea irritante que todavía se considere ¡una hazaña! que una mujer alcance una meta.
Pero la pandemia nos ha igualado. El género no ha determinado la actitud ante la crisis. Lo que nos define, la esencia íntima de cada quien, ha salido a la luz.
Para bien y para mal, de ellos y ellas.