¿Una democracia pactada?

El presidente de la República inicia hoy una serie de contactos con la dirigencia política con miras a lograr unos niveles mínimos de entendimiento sobre temas específicos que cambien la conducta de la política en el país.

Ojalá pueda llegarse a una democracia pactada o de pactos, una vieja aspiración de aquellos que anteponen el destino de la nación a las apetencias personales.

Este tipo de democracia fue el secreto del éxito de España que pasó de ser una de las naciones más atrasadas de Europa a un ente próspero y respetada por su talante democrático.

Varios hechos apuntan a la viabilidad del nuevo modelo que explora el presidente Abinader.

1. El Partido Revolucionario Moderno no tiene una mayoría en las cámaras legislativas que le permita aprobar algunos proyectos, para los cuales necesitaría apoyo de la oposición.

Esto no quiere decir que sea un gobierno débil, pero en las actuales circunstancias cualquier administración puede hacerse frágil de empeorar la situación del COVID-19, por ejemplo.

2. Existe un liderazgo fuerte, con aspiraciones futuras, en los principales partidos de oposición y todos están en una situación delicada, por lo que mostrar solidaridad y cooperación le subiría puntos.

3. La crisis de salud, económica y social es tan fuerte y puede tornarse tan delicada que los intereses de todo el liderazgo político, empresarial y social podría irse a pique.

Saludamos la iniciativa del presidente Abinader y le deseamos el mayor de los éxitos, por el país.

Adriano Miguel Tejada