¿Cuántos decibelios se necesitan para correr?

El Parque Mirador Sur es la pista preferida de los corredores de la capital. Y de ciclistas y patinadores.

Se está tratando de difundir la idea de que el Ayuntamiento prohíbe celebrar allí carreras. Eso no es tanto así. Lo que el ADN se ha propuesto es regular el uso ilegal de bocinas en carreras patrocinadas que emiten ruido a niveles superiores a los permitidos por la ley y combatir la huella de basura que queda después.

Los permisos que otorga el ADN especifican las leyes medioambientales que los organizadores de estos eventos (algunos más comerciales que deportivos) deben observar. Antes, durante y después de la carrera. Y que a menudo se irrespetan. (No es válido pedir permiso para una carrera y querer montar una tarima con su torre de bocinas para un concierto de música urbana. ¿O sí?)

Las ciudades caminan hacia normativas que propicien entornos más amigables, trabajan para preservar la calidad de vida de todos sus vecinos. Y el ruido es contaminación. El estruendo que se monta a base de potentes altavoces y animadores vociferando por el micrófono durante horas es insoportable para los otros usuarios del Parque y para la vecindad, alterada por el ruido de TODAS las carreras que allí se hacen casi TODOS los fines de semana. ¡Con pruebas de sonido en la madrugada!

Los vecinos, muchos de ellos runners, no se oponen a las carreras sino al ruido. Protegen un Parque que es de todos. Si aplaudimos que el 911 incaute bocinas de colmadones que rompen la convivencia en los barrios, celebremos también que el ADN cuide el Mirador.

Superemos el “que se aguante el que no le guste” porque el ruido es ilegal y dañino.

IAizpun@diariolibre.com

Inés Aizpún