Curso intensivo de educación ciudadana

Cuando se comenzó a hablar de la pandemia del COVID-19 expusimos que el principal problema que iba a enfrentar el país era el de la falta de educación ciudadana, puntal de la disciplina social.

Lo estamos viendo aunque el presidente diga que somos un ejemplo de cumplimiento. (¿Cuándo los presidentes resistirán la tentación de provocar a la gente negando hechos que están a la vista?)

Para algunos no hay nada que hacer para disciplinar a los dominicanos y hacerles cumplir con la ley, pero yo creo que esta pandemia y el estado de emergencia nos ofrecen una oportunidad única para dar un curso intensivo de educación ciudadana.

Un curso que incluya, por ejemplo, un mejoramiento en el tránsito, esto es, obligar a todos los motociclistas y a los conductores en general a respetar la luz roja. Una medida que infundiría deseos de cumplir la ley es la confiscación del vehículo (sé que se ha declarado inconstitucional la confiscación, pero estamos en emergencia. Aprovechemos). El solo hecho de que se pierda un par de días de trabajo en recuperar el vehículo y pagar una multa, les servirá de lección inolvidable a los violadores.

Al mismo tiempo, el curso tiene que tomar en cuenta, como elementos a ser organizados, a los vendedores ambulantes que deberán proveerse de un permiso de Salud Pública y de los ayuntamientos para operar, o se les confisca la carga. Esto permitiría tener un censo de todos los vendedores sin afectar la competencia.

Del mismo modo, hay que volver a aplicar las leyes de mendicidad, entre otras, así como cualquier otra medida que se considere oportuna, solo con el fin de educar y veremos los resultados.

Adriano Miguel Tejada