¿Desastres naturales?, no, humanos...

La distinción entre “fenómeno natural” y “desastre natural” forma parte de la literatura desde hace más de dos décadas, pero por alguna razón, seguimos llamando “desastre” al fenómeno sin percatarnos de que el “desastre” es la consecuencia de las circunstancias en que se da el “fenómeno”.

El fenómeno natural es un hecho de la naturaleza como un huracán, o un terremoto, etc., y los daños que provoca, la mayoría de los cuales deben ser más atribuidos a la mano del hombre, es lo que debe llamarse “desastre natural”.

Como dice Jessica Belmont, “existe un debate sobre el uso de la expresión ‘desastre natural’ para referirse a los impactos en los bienes y en las personas que dejan tras de sí los fenómenos de la naturaleza. La respuesta corta es que los desastres no son naturales, incluso cuando cada vez con más frecuencia estos eventos causan miles de millones de dólares en pérdidas...”

El huracán es el fenómeno, pero el desastre lo causa el permitir que se construyan casuchas a las orillas de los ríos, o que no se respeten los códigos de construcción en el caso de los terremotos, para citar dos ejemplos.

Con las amenazas naturales tenemos poco que hacer, pero con el “hecho del hombre” sí podemos tomar medidas.

Por eso, los especialistas recomiendan aplicar una gestión de riesgo que incluya, por ejemplo, mejora en las construcciones en los casos de riesgo sísmico, o el control humano de las zonas de inundaciones.

Ahora que estamos en temporada de huracanes, alguien debiera estar analizando estas cosas...

Adriano Miguel Tejada