Difícil Día del Periodista

Ayer se conmemoró el Día del Periodista en la República Dominicana, en ocasión de un aniversario más de la publicación en el país de su primer periódico, El Telégrafo Constitucional y no podía ser en circunstancias más extraordinarias en medio de una pandemia que afecta radicalmente el ejercicio del oficio y de una crisis moral del periodismo.

Afortunadamente, en el caso de la pandemia, los medios de comunicación hemos adoptado herramientas digitales que facilitan el oficio de informar y las trabas que encontramos son de tipo material y no por censura o presiones de las autoridades.

Por el lado de la crisis moral, hay otra historia que contar. “La compra de periodistas por parte del Gobierno y grupos interesados crea un peligro que no debemos desdeñar”. Decía Joseph Pulitzer, cuyo nombre llevan los premios de periodismo de los Estados Unidos, que “una prensa cínica, mercenaria y demagógica producirá un pueblo cínico, mercenario y demagógico” y con el mal uso que se está dando a los medios de comunicación y la compra descarnada de conciencias, estamos creando las condiciones para un pueblo “cínico, mercenario y demagógico”.

El Gobierno y los políticos tienen que abandonar la práctica de “comprar” periodistas y convertirlos en “bocinas”. El daño que provoca la corrupción de los periodistas a la prensa independiente y a la libertad de expresión, pilares de la vida democrática, es incalculable. Esa práctica tiene que parar. El periodista no puede servir a dos señores. El único valor irrenunciable es la independencia, pilar de la objetividad.

Adriano Miguel Tejada