Doble fragilidad

Las fotografías de los derrumbes ocasionados por los sismos en Puerto Rico llevan a pensar inmediatamente en qué pasaría aquí si ocurriera algo similar. Se recuerdan las casas agrietadas y alguna escuela destruida por un temblor mucho más leve ocurrido hace unos años en Puerto Plata.

La tierra tembló con fiereza en Haití en 2010 y ahora lo hace en Puerto Rico donde las construcciones son más sólidas y los daños menores.

¿Y aquí? Sin entrar en el balance de pérdidas humanas, es de rigor pensar en el impacto económico que sufriría el país. Según un reciente estudio de la reaseguradora Munich Re, en 2019 solo un tercio de los daños ocasionados por desastres naturales en el mundo estaba cubierto por un seguro. Poniendo números: “Los ciclones causaron los mayores daños por catástrofes naturales en 2019, que en general dejaron unas pérdidas globales de 150.000 millones de dólares, de los que solo 52.000 millones estaban asegurados.” Y para hablar de porcentajes, otro ejemplo: los daños sufrido en Mozambique supusieron el 10% de su PIB.

Los países en desarrollo, concluye el estudio, están no solo menos preparados estructuralmente para resistir desastres naturales, sino que además están subasegurados, por lo que la recuperación es mucho más lenta y difícil.

Esta doble fragilidad asusta.

Y lleva a pensar que va más allá de la cuestión económica porque tampoco todos los que pueden asumir el costo se aseguran. Quizá es una mentalidad, confianza en el destino, una predisposición a la improvisación, a no anticipar o prevenir... Una forma de ver la vida.

Inés Aizpún

Inés Aizpún es una periodista dominicana y española. Actualmente es la directora de Diario Libre. Ha recibido el premio Caonabo de Oro, el Premio de la Fundación Corripio de Comunicación por su trayectoria, y el premio Teobaldo de la Asociación de Periodistas de Navarra.