El equivocado discurso opositor

Este parece ser el país de las repeticiones. Se repite el Gobierno y se repite la oposición, y la “verdad” se acreditará de acuerdo con los espejuelos de cada quien.

Cada año, el Gobierno rinde cuentas pintando el país que cree estar construyendo, y cada año la oposición repite el estribillo: “no llenó las expectativas”; “no sabemos dónde queda ese país”, y un largo etcétera, que lo único que expresa es la incapacidad de la oposición para enfrentar la retórica del Gobierno.

Hablaba el otro día con un amigo que es dirigente de la oposición, y le decía que algunas de las cifras que ofrece el Gobierno son avaladas por los hechos y que lo inteligente no es negarlas, sino contestarlas con otras realidades locales.

Por ejemplo, no se puede negar que mucha gente ha cambiado de status. Aquí se venden 30,000 carros todos los años y miles de apartamentos. Alguien los está comprando. Eso es innegable, al igual que las inversiones en carreteras, elevados, escuelas, etc. Lo inteligente es admitirlo y preguntarse, ¿pero, a qué precio? y por ahí hablar de corrupción, deuda pública y todo lo que sea pertinente.

Una política fronteriza no se combate poniendo más militares, y sin examinar los acuerdos que existen y la disponibilidad de facilidades con que se cuenta para alojar tropas y moverlas. La creación de una Policía Fronteriza mejor entrenada para esas funciones, era mejor argumento.

En fin, la oposición tiene oportunidad de llegar al poder pero tiene que demostrar que vale la pena votar por ella en base a su conducta política y a la solidez de sus argumentos. Lo otro sería un salto al vacío.

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Adriano Miguel Tejada