El pobre mercadeo de la Andeclip

Cualquier estudiante de mercadeo diría que el objetivo de todo negocio es tratar de mejorar su imagen frente a los competidores, al mismo tiempo que crea clientes y suplidores satisfechos por el servicio que presta.

La Asociación Nacional de Clínicas Privadas (Andeclip), parece que nunca asistió ni siquiera a un cursillo de mercadeo, pues todo lo que ha hecho desde el inicio del sistema de seguridad social en el país, es clavarse el cuchillo como Chacumbele, sin ver más allá del estrecho límite de sus intereses a muy corto plazo.

No sólo ha boicoteado la Seguridad Social de mil formas, intentando matar a la gallina de los huevos de oro para su negocio, sino que permanentemente agrede a sus clientes (los pacientes) con medidas absurdas, como la de eliminar el entretenimiento de las habitaciones, cuando bastaba con un cargo adicional en la factura final que todos hubiesen pagado sin protestas mayores.

Ahora enfrenta a los negocios de laboratorios y centros de diagnóstico, sin ofrecer una alternativa de similar calidad y arriesgándose a comprometer su responsabilidad civil y pecuniaria por cualquier mala práctica basada en sus propios diagnósticos.

Todo esto es un conflicto de carácter económico, porque simplemente las clínicas se han quedado atrás en la modernización de sus equipos y porque el Gobierno, con la creación de centros especializados, les está robando una porción importante de los ingresos de la medicina de alto costo.

Si la Andeclip se hubiese manejado con inteligencia en el pasado, no suscitaría los miedos de hoy que la han privado de aliados naturales, como serían los seguros médicos y los centros especializados.

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Adriano Miguel Tejada