El “precariado”, drama de este tiempo
El concepto es nuevo y es una consecuencia del fenómeno de la globalización. Se trata del “estado en que viven las personas trabajadoras que, por razones diversas, sufren procesos que conllevan inseguridad, incertidumbre y falta de garantía en las condiciones de trabajo, más allá del límite considerado como normal”.
Es la gran “clase” social formada por todos los que operan en la economía informal, aquellos cuyos empleos están siendo afectados por el cambio tecnológico, por las reformas laborales, por los “mergers” empresariales y que, por tanto, no se limita a personas de un determinado ingreso o nivel escolar. Cada día es más creciente el número de profesionales jóvenes y miembros de todas las clases sociales que están en situación precaria.
El término surge, según una versión, de “precariedad y proletariado”. Otra versión de un autor francés, la asimila a “precariedad y salario”.
El “precariado” “define a aquellas personas que carecen de cualquier tipo de estabilidad, que sufren exclusión económica y cultural y que malviven sin las subvenciones del desempleo y en la economía sumergida. Son nómadas urbanos que no se identifican con ninguna ideología social, política o cultural y que tienen unas características marcadas por la ira y la ansiedad; no sólo son jóvenes sino que también son mayores con pensiones mínimas que no les da para vivir y que ven que la sociedad les da la espalda.”
Como se puede apreciar, el fenómeno aplica a una enorme cantidad de dominicanos que se encuentran en esa condición sin importar la clase social o nivel educativo. Un drama de nuestro tiempo al que no se le presta atención.
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Adriano Miguel Tejada
Adriano Miguel Tejada