En nombre del pueblo...

Hablan en el nombre del pueblo los golpistas catalanes, aunque no tienen la mayoría de los votos, y ni siquiera dentro de sus filas tiene apoyo incondicional la vía del golpe de Estado que ha elegido Puigdemont.

Habla también en nombre del pueblo catalán y se propone proclamar una república feminista y sin fronteras (esas fueron sus palabras) la dirigente de la CUP, Anna Gabriel. Se le olvida que en las pasadas elecciones catalanas sacó poco más de 300,000 votos. También Podemos habla en el nombre del pueblo catalán, y no se entiende si viene o va. En nombre del pueblo catalán hablan todos. Y gracias a eso descubrimos que más de la mitad del pueblo catalán no hablaba por miedo.

En nombre del pueblo habla la policía autonómica bordeando la rebelión y los antisistema que quieren administrar una de las regiones más prósperas de Europa. Y también en nombre del pueblo las empresas se van de Cataluña para preservar los puestos de trabajo y ponerse a resguardo de aventuras irracionales.

En nombre del pueblo, malos profesores y mediocres maestros adoctrinan a los niños y jóvenes en las aulas. No solo es demostrable, sino que ni siquiera es original. Así lo ha hecho el nacionalismo vasco por décadas, y así lo han hecho todos los nacionalismos del siglo XX.

A fin de cuentas, este es un tema viejo y para eso se inventó la Unión Europea. Para superar los nacionalismos. La gran paradoja catalana es que el capital tonteó por décadas con el independentismo (¿frivolidad burguesa?) y ahora, rehén de los grupos antisistema, huye buscando la seguridad jurídica. En el nombre del pueblo se han hecho las grandes pifias de la Historia. Esta le está costando a Cataluña gran parte de su reputación. Y lo que falta...

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Inés Aizpún