Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales

Érase una vez El Conde

De la mano (y de la sabiduría) de Omar Rancier, Diario Libre recorrió hace unos meses la historia y la arquitectura de la calle El Conde, recordando la belleza de sus edificios, hoy marcas de la historia y de la sociedad dominicana del siglo XX.

Es un kilómetro lineal que articula una parte de la Ciudad Colonial. Por momentos parece estar en vías de recuperación; de pronto da un bajón y amenaza con llenarse de desordenados puestos callejeros y convertirse en una versión de las aceras de la Avenida Duarte.

Pero esa no era la idea. La idea que el proyecto de recuperación de la Ciudad Colonial reservaba para El Conde se centraba en retomar su vocación inmobiliaria (de viviendas) y revitalizar su oferta comercial cuidando más los letreros, el mobiliario urbano etc...

Pero poco a poco y desde hace unos meses, El Conde está perdiendo la batalla con los vendedores que ocupan el espacio público, las aceras y esquinas con su mercancía y con las tiendas para turistas con bocinas estentóreas. Esa tampoco era la idea.

Las calles que la atraviesan no tienen mejor suerte. En la Hostos, denunciado hace semanas por este periódico, las aguas putrefactas de una alcantarilla desbordada riegan un hedor insoportable para vecinos, visitantes... y para esos turistas que algún día serán los 10 millones marcados como meta. La CAASD no ha respondido y ya es un asunto de Salud Pública.

Es el problema creciendo ante nuestros ojos. Es el uso ilegal y desordenado del espacio público que se repite en otros sectores de la ciudad. Es el riesgo de dejar otra vez un buen proyecto a medio talle. Es el riesgo de no dar continuidad a las buenas ideas y terminar, como tantas veces, con los planes urbanísticos en una gaveta.

TEMAS -