Fake news

Noticias de Cataluña: la OTAN ha constatado la intervención de hackers rusos y la generación de noticias falsas en el intento de golpe de estado. También las detectó en las elecciones legislativas en Holanda, en lo que se entiende son acciones para desestabilizar Europa. En Estados Unidos, tras las elecciones de 2016, son tema de conversación y el núcleo de investigaciones de las agencias de inteligencia. Y ayer, el New York Times denunciaba en sus páginas de opinión los pocos esfuerzos de Facebook por eliminar fake news que publican y difunden movimientos antiabortistas.

Las noticias falsas o fake news, son ya tan influyentes y peligrosas que están cambiando las reglas de juego de la industria de la información, de la política y de la tecnología. Google o Facebook, tienen un problema y trabajan en la solución. Como canales de distribución tienen una responsabilidad por difundir noticias falsas, pero como empresas que inciden en tantos aspectos de nuestra vida se enfrentan a un problema más complicado que el de la mera tecnología: la credibilidad.

La verdad, la felicidad, la sociedad, el futuro, la voluntad, la trascendencia... todos los temas que han ocupado a los filósofos por siglos habían sido relegados por la tecnología hasta que esta se chocó con ellos. Siempre inteligentes, los gigantes de Silicon Valley están contratando filósofos. Las ciencias sociales vuelven a estar de moda, porque una cosa es el medio y otra el fin y las máquinas a veces los confunden.

Fake news es la palabra del año 2017. La elige el Diccionario de Oxford, que en 2016 se decantó por posverdad, en 2015 por emoji y en 2013 por selfie. Que los filósofos las analicen y nos expliquen el mundo que nos espera.

IAizpun@diariolibre.com

Inés Aizpún