La Bahía de las Águilas, no de los buitres

Interesante inicio de año para el sector turístico dominicano. El anuncio de que Bahía de las Águilas será un polo turístico despierta inmediatamente la curiosidad. ¿Cuál será el modelo? Con torres, sin torres, ecoturismo, todo incluido, hoteles boutique... No hay palmeras que marquen las alturas así que se abren las apuestas.

En el pasado se habló de proyectos franceses, españoles, netamente dominicanos... Había funcionarios interesados y bien conectados con su proyecto llave en mano, grandes grupos internacionales con ganas de expansión, grupos dominicanos buscando nuevos destinos.

Es también la oportunidad de evitar todos los errores cometidos en Puerto Plata. O en Boca Chica. Y en Bávaro. Un lienzo en blanco para levantar una industria sin chimeneas, sí, pero en un ecosistema frágil y amenazado.

Los ambientalistas hablarán pronto y habrá que escucharles. Saben lo que dicen y conocen palmo a palmo la región. Hay organizaciones internacionales que trabajan hace años en la conservación de la flora y de la fauna de la zona. Y tienen los contactos para hacerse oír en cuanto foro se organiza.

El turismo trae empleos, dinamiza la economía en muchos sectores, desde la construcción a la alimentación y la agricultura. Favorece el desarrollo personal, educativo y profesional de la población de la región a la que llega. Abre la puerta a un futuro diferente a una juventud que probablemente solo pensaba en emigrar.

Y atrae a muchos buitres. Aquí y en cualquier otro país. Ha costado años desenredar la estafa en los títulos de propiedad. ¿Estamos a tiempo de desarrollar bien un polo turístico pensando a largo, muy largo plazo?

Inés Aizpún