La basura puede dejar de ser el paisaje

El Parque Fluvial que debe ocupar los terrenos de la Vieja Barquita es todavía un deseo. La basura que llega por varias cañadas convierte el espacio en un vertedero de tal magnitud que ni siquiera se han podido terminar las infraestructuras.

El Ayuntamiento de Santo Domingo Este tiene una responsabilidad directa y mayor de la que ha asumido hasta el momento. Su demarcación será la gran beneficiada de la obra final. Habrá resuelto un problema humanitario, el de miles de sus munícipes que vivían en permanente riesgo a la orilla del río y hoy tienen su apartamento en la Nueva Barquita- y habrá ganado un extenso espacio verde al borde del río. Algo que en cualquier ciudad del mundo es el mejor punto.

El problema (otra vez) es la basura y la incapacidad municipal de organizar la recogida y manejo de desechos sólidos. El trabajo será inmenso y deberá ser tenaz y poco simpático; pero el Ayuntamiento de Santo Domingo Este deberá hacerlo. Educación ciudadana, multiplicar los turnos de recogida, multar a los que la arrojen... miles de ciudades de todo el mundo han lidiado con el problema. ¿Aquí no se va a poder nunca?

El gobierno municipal de SDE deberá a asumir su papel. No se puede tener la basura como paisaje y no verla. ¿Es populismo? ¿Quita votos “molestar” a los ciudadanos? ¿Es tedioso educar? Más votos dará tener ese parque limpio y abierto.

Santo Domingo no es una ciudad, ni tres provincias y un distrito. Es una metrópolis y por lo tanto, determinados temas (transporte y basura a la cabeza) son transversales. Están interconectados y deben entenderse así. También y sobre todo, el proyecto incumbe al Ministerio de Medio Ambiente.

Es inconcebible que después de haber desalojado a miles de personas, construido un proyecto habitacional de las dimensiones del que se hizo... el problema para terminar bien el proyecto sea la basura. Incontrolada, no incontrolable.

IAizpun@diariolibre.com

Inés Aizpún