La hora del retiro

Cada vez que se anuncian pensiones para militares, diputados, funcionarios de instituciones privilegiadas, maestros, médicos, legisladores, profesores de la UASD etc... la pregunta obvia es para qué sirve el sistema de pensiones que se inició en 2003, si cada “gremio” se inventa un sistema propio a cuenta del contribuyente.

Y más aún... ¿por qué unos se retiran y cobran pensión incluso antes de los cincuenta y otros cobran pensiones de cientos de miles de pesos mensuales por un servicio de cuatro años en tal o cual organismo? Algo no cuadra.

Es muy probable que con el sistema actual de pensiones no nos podamos retirar nunca. La mensualidad prevista según el sistema que las mismas operadoras de fondos ponen a disposición del ahorrante es tan insignificante que no permiten imaginar un cómodo retiro haciendo jardinería y viendo crecer a los nietos si es que llegan. (Eso que sale en las películas, vamos...)

La idea de retirar con pensión a los militares cuando son demasiados empieza ya a ser irritante. Quizá (y sin ánimo de ofender) no deberían nombrar tantos, en primer lugar. Tenemos demasiados mandos militares, demasiados legisladores, demasiadas instituciones, demasiados cargos electos y demasiados empleados públicos.

La idea de combatir el desempleo a base de nombrar gente en puestos innecesarios o directamente inventados no ha funcionado nunca en ninguna parte, insistir en ello es querer lograr la cuadratura del círculo. Igual, la idea de tener contentos a los militares a base de ascender a todos, (¿a quién mandan si todos son jefes?) o dar los puestos por turnos para que todos “pillen” poder y luego pensionarlos es bastante rara...

IAizpun@diariolibre.com

Inés Aizpún