No son solo vacas...

La finca genética Monte San Francisco instalada por CCN en Jarabacoa parte de premisas que trascienden los intereses del sector ganadero. Si queremos reducir la dependencia de las importaciones (y por tanto ayudar a la estabilidad del dólar) hasta las vacas pueden ayudar.

Consumimos carne Angus porque su calidad es notablemente mejor que la local, de la raza Brahman. Pero ésta es la que resiste las condiciones de clima tropical. Lo que se ha propuesto CCN es introducir la Brangus, una raza originaria de Texas que se compone en un 33.7% de la raza Brahman y un 66.3% de la Angus. Combina así la calidad de la carne con las características físicas adecuadas para el clima tropical.

Esta finca surte de embriones a los ganaderos asociados, que los transfieren a los vientres de sus vacas comenzando un proceso de mejora de la calidad del ganado local sin coste de investigación para ellos. Ya hay nueve ganaderos sumados a la iniciativa y ya han nacido en Puerto Plata tres becerros de los embriones de este laboratorio.

Investigación y desarrollo de tecnología compartidos con los ganaderos locales, impulso a la producción y el empleo en las provincias mejorando la rentablidad del sector, mejora de la calidad y cantidad del producto final que llega al consumidor. Seguimiento minucioso de control de calidad y sanitario de las reses y de la cadena de producción. Son muchos los aportes de esta finca al negocio ganadero y de la alimentación.

Hay que esperar los resultados a largo plazo, pero queda clara la decisión de apostar por la producción local y frenar la dependencia importadora. Se trata, a fin de cuentas, de producir. Crear, fabricar, inventar, investigar.. es mucho más complicado y arriesgado que importar, pero solo así crece un país. (Se trata de invertir los procesos: atajar los problemas en las causas y no en las consecuencias.)

IAizpun@diariolibre.com

Inés Aizpún