Perdonen las molestias

ETA pide perdón y ofende al hacerlo. No habla de cumplir las penas y ni da la información sobre los crímenes que han quedado sin resolver. ETA pide perdón solo a una parte de la sociedad, concretamente a la que ya está de su lado... algo así como por los contratiempos causados.

Para dar una idea de lo que sufrieron las víctimas hay que saber que ayer (¡por fin!) la Iglesia vasca y la navarra pidieron “sinceramente perdón” por las “complicidades, ambigüedades y omisiones” que se han dado en el seno de la Iglesia durante los años de terrorismo de ETA. Hasta la Iglesia les dio la espalda. Por cobardía imperdonable o por repugnante complicidad. De todo hubo y hay todavía. Así de solas estuvieron las víctimas y así de coaccionados vivieron los no nacionalistas. (Lean Patria.)

ETA dejó de matar porque policialmente había sido vencida y porque una parte de la sociedad vasca y navarra asumió su odio y el fascismo de su ideología y continuó su proyecto totalitario ya sin balas. Sus estrategias de terrorismo de baja intensidad permanecen (sigan el juicio de Alsasua, delito de odio de manual) y partidos políticos que simpatizan con sus ideas han llegado a las instituciones. En muchos municipios con el apoyo de Podemos.

ETA no pide perdón, equipara a víctimas y asesinos. Y habla de “conflicto” como si hubiera dos bandos en guerra. Ellos mataban. Los otros no tenían pistolas y ponían los muertos. Su primera víctima fue un bebé de 22 meses en 1960. Luego llegaron más de 800 muertos, secuestrados, extorsionados, exiliados, mutilados. Solo unos pocos salían a protestar a la calle. En masa, la sociedad vasca tardó 37 años en hacerlo. Pero tampoco salieron todos.

ETA dice que “disculpen las molestias” y que ahora toca reconciliarse. Quizá cuando entregue las armas, cumpla las penas, de la información, indemnice a las víctimas y sus cachorros dejen de dar palizas. (Y tampoco es obligado... )

IAizpun@diariolibre.com

Inés Aizpún