Solos en casa

El curso no presencial tiene unas connotaciones sociales muy profundas. La sociedad está organizada para funcionar en torno a los horarios y calendarios escolares. Un cálculo ofrecido por el ministerio asegura que el 62 % de la población se moviliza al compás del curso escolar.

De hecho, la incorporación de la mujer a la vida laboral fue en su momento y todavía es hoy en gran medida viable por el hecho de saber a sus hijos en un horario determinado en la escuela o en el colegio.

Seguros, formándose.

La vida familiar ha dado un vuelco. Es realmente difícil concentrarse en el trabajo con los menores en casa adaptándose a una situación que nada tiene de normal. La enseñanza virtual es perfecta para los adultos. No tanto para los escolares.

A los problemas de energía, conectividad e instrumentos necesarios en el hogar se unen el del manejo de las plataformas, la necesidad de una disciplina extraña a sus costumbres, la de la presencia de un adulto en la casa. Adulto que no siempre estará en capacidad de ayudarles o guiarles. O simplemente lograr que se estén sentados delante de la pantalla.

La pandemia se cobra el cansancio del encierro, la depresión por la incertidumbre, la falta de horizonte. La enseñanza virtual (probablemente mucho más minoritaria de lo que las autoridades escolares comunican) nunca suplantará a la presencial. Los amigos, el maestro, la socialización, las actividades extracurriculares, los paseos...

Recae en los padres una responsabilidad que es del profesor. La educación virtual nunca será tan formadora como la presencial. ¿Cuánto tiempo más sin ir a la escuela?

Inés Aizpún

Inés Aizpún es una periodista dominicana y española. Actualmente es la directora de Diario Libre. Ha recibido el premio Caonabo de Oro, el Premio de la Fundación Corripio de Comunicación por su trayectoria, y el premio Teobaldo de la Asociación de Periodistas de Navarra.