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Semana Santa
Semana Santa

... Y se lavó las manos...

Poncio Pilatos es un personaje abominado por los cristianos, pero santo para la iglesia copta, que lo celebra el 25 de junio.

Ya tenía varios años como prefecto de Judea cuando se enfrentó a la decisión de su vida. Ante él se encontraba un hombre que los patriarcas judíos consideraban un traidor que debía morir. Cuando lo llevaron ante Herodes, el delito por el que lo acusaban era estrictamente religioso, por lo que éste pensó que no tenía jurisdicción y lo envió a Pilatos. En el camino, Caifás cambia la naturaleza del delito del que se acusa al galileo. Ahora lo acusan de querer ser “el rey de los judíos”, lo que iba directamente contra la autoridad del César de Roma.

Pero Pilatos no quiere cargar con un muerto que es estrictamente judío. Entrevista a Jesús y se fascina con su respuesta. No encuentra el delito y, en un gesto muy judío, se lava las manos.

Ann Wroe, en un libro extraordinario sobre Pilatos, se hace una serie de preguntas sobre el encuentro: ¿en qué idioma se comunicaron? Jesús hablaba hebreo, pero Pilatos probablemente no se expresaba bien en él. ¿Hablaron en latín o griego, los cuales dominaba Pilatos, pero se ignora si Jesús los conocía? ¿Hubo un problema de comunicación entre ambos personajes?

Kathryn Hughes, sin embargo, plantea que si la muerte de Cristo era una parte esencial y preordenada del plan de Dios para la redención del género humano, Pilatos no actuó entonces con libre albedrío. En cuyo caso, su decisión no cuenta. O, mirándolo de otra forma, si Pilatos fue escogido para un papel tan crucial, debe de haber sido un favorito de Dios... Felices Pascuas de Resurrección.

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