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Balance de la participación política de la mujer

Durante el 2013, se pudo observar en los países que conforman el actual escenario internacional, una tímida participación política de las mujeres. Algunos Estados han llevado la vanguardia y han dado el debido acceso y oportunidades a las mujeres en un área que por muchos años ha estado más identificada con los hombres. Esto así, porque la política como ciencia que estudia el arte de gobernar los Estados en pro de un bien común, desde sus inicios en la cultura griega, estuvo delegada a los hombres; la mujer como cosa privada, no tenía acceso a lo público, ni podía participar en aquellas discusiones como las que planteaban Platón, Sócrates y Aristóteles.

Afortunadamente, los procesos políticos y sociales han ido cambiando a lo largo de la historia y hoy día la mujer ha conquistado muchos derechos en distintas áreas. No obstante, haber logrado un espacio en el ámbito político, el trabajo, las oportunidades y la participación política de las mujeres, sigue siendo limitada.

Actualmente hay 21 mujeres que se desempeñan como Jefas de Estado y de Gobierno, la mayoría en los países de América Latina, y un 17 % de los gobiernos tienen mujeres en sus respectivos gabinetes, designadas en gran parte en los Ministerios de Educación y Salud. En los Congresos y Parlamentos, con igual número reducido. En el caso de la República Dominicana, hay 4 (cuatro) en la Cámara de Senadores, de un total de 32 senadores, y 40 (cuarenta) en la Cámara de Diputados, de un total de 186. En el gabinete de gobierno dominicano hay solo 3 (tres) mujeres a nivel de ministras y 37 (treinta y siete) a nivel de consejos, direcciones e institutos; resaltando que la posición de vicepresidencia de la República es ocupada por una mujer. A nivel de gestión municipal, hay 13 alcaldesas en el territorio nacional de un total de 155.

Los datos señalados me permiten hacer una comparación con los resultados que arrojó recientemente el Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2013, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la población regional, que indican que el género femenino supera el 50% de la población en los países de América Latina y el Caribe.

En ese sentido, nos preguntamos qué ha estado pasando y qué se está haciendo por lograr una mayor inclusión social y política de la mujer. Según Alicia Bárcenas, secretaria ejecutiva de la CEPAL, (y primera mujer en lograr una alta posición en ese Organismo especializado de las Naciones Unidas): "en materia de género e igualdad, se ha normado bastante en pro de los derechos de las mujeres y hay un fuerte empoderamiento de las mujeres en América Latina, pero esto no significa que existe equidad, igualdad laboral y oportunidades. Se requiere sostenibilidad en la aplicación de las políticas públicas y una mayor voluntad política".

Parafraseando lo que dijo la alta funcionaria de las Naciones Unidas y adaptándolo a la realidad y a la percepción de los ciudadanos y ciudadanas, diría que el hecho de que hayan llegado mujeres a ocupar la más alta magistratura de una nación, no ha significado una garantía para el respecto de los derechos humanos de la mujer, mucho menos para la creación de un espacio político.

En cuanto a las perspectivas políticas generales para el 2014, tenemos que Angela Merkel, luego de su investidura el pasado 17 de diciembre, inició su tercer período como Canciller alemana. Los resultados electorales alemanes, que fueron bastante ilustrativos y transparentes, mostraron un resultado récord de un 74.9%, que obtuvo Merkel como fruto de la coalición con el Partido Socialdemócrata (SPD).

Pasando al continente americano, Hillary Clinton pudiera ser la candidata del Partido Demócrata para el 2016. Tanto su partido como ella misma, están considerando las posibilidades de su candidatura a partir de la buena aceptación que tiene en del pueblo americano como resultado de su excelente desenvolvimiento, tanto al frente de la senaduría de Nueva York como Secretaria del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América.

Por su parte, Michelle Bachellet, regresa como mandataria de Chile el próximo 11 de marzo de 2014, tal como lo decidió el pueblo chileno en la segunda ronda de las elecciones celebradas el pasado 15 de diciembre de 2013, en la que superó a su contrincante Evelyn Matthei. Aquí se presentó un proceso electoral único, donde dos mujeres disputaron la presidencia: ambas han sido amigas en la infancia e hijas de dos generales enfrentados en la historia de ese país.

Cristina Fernández de Kirchner, inicia en Argentina con un nuevo perfil tras su licencia médica, pero con limitaciones en su Gobierno y la imposibilidad de reelegirse a consecuencia de la derrota del Partido Oficial en las elecciones legislativas, provinciales y municipales, celebradas el pasado diciembre de 2013.

Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores, buscará reelegirse el próximo 5 de octubre, como presidenta de la República Federativa del Brasil, y es que ella ha tenido muy buen porcentaje de aceptación de la población, lo que la ayudará a obtener el triunfo, a menos que cambie el panorama político de su país.

Sin embargo, no pasa lo mismo con Laura Chinchilla Miranda, presidenta de Costa Rica, elegida por el período 2010-2014, cuyas expectativas generadas con su gestión contrastan con la distante experiencia y realidad de la sociedad costarricense. Las demandas populares se suman a reclamos sociales-económicos y al cumplimiento de las promesas y agenda de un Gobierno que se comprometió con la equidad de género.

Situación parecida la encontramos en Trinidad y Tobago, donde la primera ministra, Kamla Persad-Bissessar, ha tenido un bajo porcentaje de aceptación debido a los problemas económicos, sociales y de seguridad que enfrenta ese país caribeño. Por otro lado, se le ha criticado por el masivo despido de mujeres del sistema gubernamental.

Centroamérica y el Caribe, han necesitado de políticas públicas de género que garanticen la participación política de la mujer, no porque hayan carecido de oportunidades, sino porque tienen que ser más sostenibles. Pero regresando al cuestionamiento que hacía más arriba: ¿Qué han hecho las mujeres que han llegado al poder por su propio género: Mireya Moscoso en Panamá, Violeta Chamorro en Nicaragua y en el Caribe, la ex Gobernadora del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, Sila Calderón?

Ante este panorama, apoyo las expresiones de Catherine M. Russell, embajadora de Estados Unidos para los Asuntos Mundiales de la Mujer, quien dijo en su discurso ante el Instituto Nacional para la Democracia que: "deben desarrollarse políticas, crear grupos de trabajo y escuelas de formación electoral para mujeres, que las mismas tengan las posibilidades de aspirar y participar como candidatas a cargos políticos".

También, en dichas palabras puso el ejemplo de Japón, donde el actual Gobierno está trabajando para incrementar el número de mujeres líderes en distintos roles de la sociedad, con el fin de promover el desarrollo del país en todos los niveles. Esto así, porque solo con el empoderamiento de las mujeres en las sociedades actuales, los países del mundo podrán alcanzar un desarrollo sostenible y humano por y para la gente.

El tema continuará siendo punto principal en las agendas de los organismos internacionales y de los distintos gobiernos. Por ello, habrá que seguir en la búsqueda del equilibrio anhelado: una sociedad más justa y equitativa, que sea capaz de dar un salto de lo cualitativo a lo cuantitativo para las mujeres.