Otra vez el tocayo...
Hacía días que no hablaba con el tocayo y me extrañaba su ausencia, hasta que ayer me encontró.
Sin saludar siquiera comenzó a soltar misiles:
Estas elecciones son familiares, de pasar la antorcha: en todas las provincias hay un hijo o más de políticos que están postulados para los puestos de sus padres, y ni hablar de las esposas haciendo carambola: el marido en una diputación y ella vicealcaldesa.
Pero eso no es nada comparado con la cantidad de gente que ha quedado disgustada. En el PRM cientos de personas pagaron por sus precandidaturas y los dejaron fuera de un plumazo. Ahí va a venir el despelote, según Aristóteles, después que pasen las elecciones.
El PLD tiene la ventaja del poder. Al disgustado le dan un cheque, pero la oposición nada puede hacer.
Después está lo del dinero de los partidos. En las próximas elecciones es posible que cuatro o cinco partidos saquen más del 5 por ciento de los votos. Por tanto, habrá que repartir entre 4 ó 5, lo que ahora se hace entre 3. Le tocará menos a todos, pero consolidará el poder de los actuales dirigentes que tendrán para repartir al menos por los próximos cuatro años.
No voy a hablar de lo que Luis le hizo al pobre David Collado...
Ahora, lo único bueno de esta campaña es que Roberto Salcedo descubrió que la capital existe. Después de catorce años en la Alcaldía, ese es un hecho notable. Eso sí, cualquiera trabaja tres meses para que le regalen cuatro años...
Me fui...
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