Caiga quien caiga

Se podría decir que en el país tenemos leyes y una Constitución perfectas, pero que no tenemos las instituciones para aplicarlas.

Pero las instituciones necesitan hombres y mujeres que las encarnen, que no tengan temor de aplicar unos procedimientos y unas sanciones que resultan esenciales para el respeto a las normas.

Queremos lograr un gobierno de leyes y no de hombres, en el sentido de que los ciudadanos sean todos iguales ante la ley, pero en el país todavía, como en la obra de Orwell, "algunos animales son más iguales que otros", y para esos, la ley se aplica bajo otros criterios.

No se trata de las cortesías que puede justificar quien aplica la ley, sino el volver la mirada ante hechos que ofenden a la conciencia pública. ¿Cómo es posible que asesinos y ladrones confesos no encuentren en la Justicia el castigo necesario para que la ciudadanía se sienta protegida y satisfecha?

¿Cómo es posible que siempre el que se roba la gallina tenga como destino la cárcel, y el que se roba millones desde un ministerio siga disfrutando de ese dinero que era mío y de todos, desde la tranquilidad de un resort de lujo?

Los sistemas de gobierno, y la democracia es uno de ellos, se sostienen gracias a sus realizaciones. Si las instituciones llamadas a aplicar la ley miran hacia otro lado, la democracia dominicana tiene poco futuro, y a nadie le importará cuando muera.

Necesitamos sanciones, caiga quien caiga.

atejada@diariolibre.com