Los “overs” modernos

Me he motivado a escribirle por una situación humana, me refiero al grupo de trabajadores cañeros, que dieron toda su juventud para hacer producir el azúcar de todo un país, y hacer ricos a grandes colonos. Yo los he nombrado los overs modernos, haciendo alusión a la novela de denuncia social del escritor Ramón Marrero Aristi, el cual denunciaba los maltratos e injusticias a que eran sometidos esos esclavos por los dueños de las plantaciones cañeras.

Hoy, increíblemente, hemos vuelto a esa triste época, en que estos trabajadores parecen guiñapos, bagazos humanos, mendigando un derecho que les asiste, y es que les paguen una mísera pensión que solo les alcanza para comprar mínimamente las medicinas que les permitirán prolongar sus vidas, y no correr la suerte de otros compañeros que ya se han marchado de la faz de la tierra, y que se llevaron sus miserias con ellos.

Estos obreros están organizados en un sindicato, a través del cual reclaman su justo pedido de pensión. Da pena ver a esos viejitos marchar por las calles del moderno Santo Domingo, adornado con sus grandes edificios y torres residenciales. Hace unos tres meses, uno de estos trabajadores, fue golpeado por la policía en una de las paradas pacíficas que hacen frente al palacio nacional para llamar su atención.

Señor presidente, le hago un pedido humanitario, para que se resuelva esa situación de estos overs modernos, que cada día son menos. Tiene usted la oportunidad, antes de terminar su gobierno, de reivindicar a estos pobres overs modernos, y así, la historia lo absolverá.

Prof. Jacobo Moquete Guzmán

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