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Evaluación anticipada

La procuradora general de la República reiteró que no continuará en el cargo más allá de agosto de este año

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Evaluación anticipada
Miriam Germán Brito (FUENTE EXTERNA)

La pasada semana, la procuradora general de la República reiteró que no continuará en el cargo más allá de agosto de este año. Lo que de alguna forma permite anticipar una evaluación de su paso como cabeza del Ministerio Público.

Nadie discute que Miriam Germán Brito es una mujer honesta y honorable, con una trayectoria que la enaltece y por la cual recibe el reconocimiento prácticamente unánime de la sociedad dominicana. Su servicio en la judicatura, desde los niveles iniciales hasta la Suprema Corte de Justicia, fue meritoria y valiente. Ejerciendo su condición de jueza sin miedos ni dobleces, y sin divorciarse de las garantías procesales.

Por eso resulta tan penoso que este último tramo de su largo trayecto en el servicio público, termine marcado por una pésima gestión al frente de la Procuraduría General de la República. Conclusión a la que se llega con sólo examinar los resultados alcanzados en algunas de las principales responsabilidades a cargo del órgano persecutor.

Por ejemplo, durante la actual gestión se produjo un profundo deterioro en las condiciones de trabajo de procuradores, fiscales y fiscalizadores, provocando la salida de más de novecientos colaboradores de distintos niveles. Y no han realizado un solo concurso de oposición, generando falta de movilidad y escasez de personal en todos los distritos jurisdiccionales.

Pero si la evaluación se realiza por la gestión del sistema penitenciario, el resultado es aún peor. Y no sólo por la reciente tragedia de La Victoria y el recuerdo del irresponsable abandono de la penitenciaría de Las Parras.

Es que en estos cuatro años se ha invertido poco o nada en mejorar las condiciones en que viven los reclusos o en las que trabajan sus custodios. No se ha construido nuevas cárceles ni se ha mejorado las infraestructuras de las existentes, que por el contrario se han deteriorado. Y no han enfrentado siquiera la corrupción generalizada presente en las prisiones dominicanas. Aunque atendiendo a evidentes consideraciones mediáticas, se den el lujo de no responder cuando sobre esto se les cuestiona.

Lo mismo si echamos un vistazo a la supuesta lucha contra la corrupción. A tres años y medio de la aparición de las primeras operaciones con epítetos marinos, seguimos esperando condenas que no llegan ni se esperan por ahora. Apenas algún juicio de fondo en sus primeras etapas, y delaciones con supuestas recuperaciones que resaltan por la opacidad con que las manejan.

Es el resultado de expedientes estructurados sin interés de ser juzgados, pues no se enmarcan dentro de la racionalidad procesal. Casos mediáticos donde abundan imputados físicos y jurídicos, con acusaciones vaciadas en miles de páginas, que hacen materialmente imposible cumplir trámites y plazos básicos del proceso penal. Marcados además por violaciones flagrantes de todos los principios rectores del Ministerio Público, de las garantías procesales y el derecho de defensa de los acusados.

Sin duda la hoja de vida de doña Miriam Germán Brito tiene muchas más luces que sombras, y siempre será reconocida como un referente de valentía y honorabilidad en la judicatura dominicana. Sin embargo, a las personas no se las recuerda por cómo comienzan, regularmente es por cómo terminan. Y lamentablemente su paso por la procuraduría está resultando un resonante fracaso.

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