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Burundanga: ¿mito o realidad?

El miedo invade la mente de los dominicanos

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Burundanga: ¿mito o realidad?
¿Te pueden drogar con solo tocarte? Desmontando el mito de la burundanga. (SHUTTERSTOCK)

En redes sociales, grupos de WhatsApp y conversaciones de colmado, la palabra "burundanga" se percibe como un susto de calle que se ha vuelto el cuco urbano del momento. 

Una sustancia invisible, capaz de anular la voluntad, borrar la memoria y convertir a cualquier ciudadano en una marioneta indefensa. Historias sobran: mujeres que se desmayan tras recibir un papel en la calle, personas que "no recuerdan nada" tras un contacto breve, hombres desorientados en cajeros automáticos. ¿Pero qué hay de cierto detrás de estas historias? ¿Es la burundanga un mito moderno o una amenaza real?

La burundanga es el nombre popular de la escopolamina, un alcaloide tropánico que se extrae principalmente de plantas como el Brugmansia o la Datura. Esta sustancia tiene usos médicos reales: se emplea, por ejemplo, para tratar el mareo o las náuseas postoperatorias. Pero también tiene un lado oscuro. En dosis altas, puede provocar alucinaciones, pérdida de memoria a corto plazo, confusión, somnolencia e incluso estados de sumisión.

¿Es posible que también estemos viendo un fenómeno psicológico colectivo, amplificado por el miedo y las redes? Puede ser. Pero descartar automáticamente cada testimonio como paranoia también es peligroso.

La burundanga no es magia ni tampoco simple histeria colectiva. Es una sustancia peligrosa con potencial real, pero también un espejo del miedo social, de la inseguridad callejera y de lo poco preparados que estamos ante delitos que no dejan huellas visibles.

Me preocupa que personas cercanas a mí hayan experimentado dicha burundanga y relaten cómo alguien se les acerca y no recuerdan lo que pasa después de dicho suceso, y son víctimas de robo. No niego el hecho científico de que la única manera de que esta droga tome efecto es por vía oral o intravenosa, pero no deja de ser una preocupación que un fenómeno como este afecte a mi persona o a cualquiera en el mundo.

¿Y si lo que llamamos mito es solo una verdad que aún no hemos podido comprobar del todo?

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