De buena tinta - Generoso antes y ahora tacaño
Los aliados del PLD están que los pinchan y no votan ni agua por la tacañería morada con los cargos
Los peledeístas que iban a ser generosos con los reformistas, están siendo cicateros con sus aliados, creando una situación de expectativas nada optimista. Ofrecieron el cincuenta por ciento de los cargos, un porcentaje nada desdeñable, sin atender que tenían otros compromisos.
Cuando fracasó ese intento de avenencia, los integrantes de la coalición oficialista se frotaron las manos pensando que esa largueza iría en su beneficio. Oficiosamente se dijo que sólo darían un 16 %, pero esa publicación se vio como una forma de condicionar la reunión pendiente.
Ahora resulta que ni el 16 %, pues en un documento firmado por el secretario general del PLD, que es quien le da el frente a los aliados, se registran unas veintiuna diputaciones y en lugares decididos arbitrariamente. De senadurías no se habló, aunque se sabe que Espinosa ronca despierto por la de Barahona.
Pero donde confirmaron que son "comesolos" fue en los municipios. No ofrecen ninguna sindicatura, a pesar de que los aliados consideran que uno que otro de sus aspirantes supera en números y posibilidades a los potenciales candidatos del partido morado.
Los resabios están al pecho, y de las amenazas de ir solos no se diga. ¿Podrá el Presidente apagar ese fuego?
Cuando fracasó ese intento de avenencia, los integrantes de la coalición oficialista se frotaron las manos pensando que esa largueza iría en su beneficio. Oficiosamente se dijo que sólo darían un 16 %, pero esa publicación se vio como una forma de condicionar la reunión pendiente.
Ahora resulta que ni el 16 %, pues en un documento firmado por el secretario general del PLD, que es quien le da el frente a los aliados, se registran unas veintiuna diputaciones y en lugares decididos arbitrariamente. De senadurías no se habló, aunque se sabe que Espinosa ronca despierto por la de Barahona.
Pero donde confirmaron que son "comesolos" fue en los municipios. No ofrecen ninguna sindicatura, a pesar de que los aliados consideran que uno que otro de sus aspirantes supera en números y posibilidades a los potenciales candidatos del partido morado.
Los resabios están al pecho, y de las amenazas de ir solos no se diga. ¿Podrá el Presidente apagar ese fuego?
Diario Libre
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