De buena tinta - La UASD rodeada de bares
Después de que los bares alrededor de la UASD fueron cerrados, volvieron a aparecer con más fuerza...
En los años setenta, cuando los que estudiaban en la UASD eran felices e indocumentados como Gabriel García Márquez, los alumnos que querían comunicarse con Baco lo hacían en una pulpería que estaba en la Juan Sánchez Ramírez, por el frente de un residencial de señoritas.
Ahí se libaba con moderación, aun cuando ese establecimiento estaba dedicado a la venta de alimentos y golosinas. No había condición de bar, pero como el propósito era botar el golpe después de un examen, los parroquianos, que eran pocos, se sentaban en huacales y pedazos de block.
Después se abrió una boite en la parte baja del edificio de Bellas Artes, que era un ambiente de pocas luces donde se bailaba de manera incansable un long playing de José José que fue una sensación de amor en esa época.
Ni la pulpería ni la boite crearon problemas en la UASD de entonces, donde se estudiaba y se luchaba por una sociedad más justa. Ahora la cosa es diferente, pues su derredor es un antro de perversión, donde desde el pecado se puede llegar al delito. ¿Cómo fue que después de que en una pasada rectoría esos negocios fueron desmantelados, volvieron a instalarse?
El chisme en la UASD es que el actual rector, Roberto Reyna, se la pasa viajando y descuida su cartón.
Ahí se libaba con moderación, aun cuando ese establecimiento estaba dedicado a la venta de alimentos y golosinas. No había condición de bar, pero como el propósito era botar el golpe después de un examen, los parroquianos, que eran pocos, se sentaban en huacales y pedazos de block.
Después se abrió una boite en la parte baja del edificio de Bellas Artes, que era un ambiente de pocas luces donde se bailaba de manera incansable un long playing de José José que fue una sensación de amor en esa época.
Ni la pulpería ni la boite crearon problemas en la UASD de entonces, donde se estudiaba y se luchaba por una sociedad más justa. Ahora la cosa es diferente, pues su derredor es un antro de perversión, donde desde el pecado se puede llegar al delito. ¿Cómo fue que después de que en una pasada rectoría esos negocios fueron desmantelados, volvieron a instalarse?
El chisme en la UASD es que el actual rector, Roberto Reyna, se la pasa viajando y descuida su cartón.
Diario Libre
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