Proteger a Abinader es proteger a todos

El presidente Luis Abinader es una persona activa, de esas que trabajan duro y que da seguimiento a todos sus proyectos.

Ese estilo, heredado de su experiencia como empresario, tiene sus méritos y da el ejemplo al equipo de trabajo. Pero esa forma activa se ha confundido con una fórmula de proyección que implica la sobreexposición del mandatario en todo tipo de actividades públicas.

Entre los asesores de Abinader deben comenzar a entender que proteger al presidente es protegernos a todos. Y no es por una cuestión enteramente política, sino por una cuestión de imagen institucional de la Presidencia de la República.

La institución que hoy representa Abinader cuenta con un aura de exclusividad que hay que mantener por encima de los intereses de campaña, porque al final, exponerlo a cualquier evento público, acabará por lesionar su imagen y un presidente desgastado no es bueno para nadie. Abinader necesita espacio para poner su gobierno en orden, algo normal a medio término, y entrar a la recta final de su primera administración con un equipo dinámico y espacio para una campaña que será feroz. Ese espacio es ahora, luego ya será muy tarde. 

Diario Libre

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