Otro tipo de patrullaje efectivo
27 mil uniformados no bastan, la moderación ciudadana es la clave de la seguridad en Navidad
Más de 27 mil policías y militares estarán en las calles esta Navidad para asegurar la paz pública. Es un esfuerzo considerable, necesario y bienvenido en estas fechas en que el país se llena de movimientos, de visitas, de entusiasmos que a veces se desbordan. Pero conviene recordar una verdad elemental: ninguna cantidad de uniformes sustituye la responsabilidad individual. La verdadera seguridad se construye desde la moderación, la buena ciudadanía y el respeto al otro.
Moderación para manejar sin beber, para no convertir la música en arma sonora, para entender que la calle es de todos y no solo de quien la ocupa primero. Moderación para no inaugurar rivalidades inútiles en un parqueo, para no confundir celebración con exceso, para no dejar que el ánimo festivo se vuelva imprudencia. Moderación, en fin, como acto cívico y como gesto de cuidado hacia quienes comparten el espacio público.
Las patrullas ayudan, disuaden y generan confianza, pero no pueden sustituir el comportamiento que nace de la convivencia. La seguridad no se impone: se cultiva. Y en Navidad —cuando la alegría suele mezclarse con el desorden— resulta más evidente que nunca que el país se protege desde abajo: desde la prudencia del ciudadano común, desde la empatía y desde la simple cortesía.
Con un poco sensatez, la Navidad será verdaderamente segura.
